Brote de sarampión en refugio de migrantes en Chicago
Acciones de vacunación y prevención ante casos de sarampión
CHICAGO (AP) — Siete personas que viven en un refugio para migrantes en Chicago han dado positivo a sarampión desde la semana pasada, lo que dio pie a que un equipo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) acudiera al lugar para orientar la respuesta de los funcionarios estatales y municipales, incluidas tareas de vacunación.
Se han reportado ocho infecciones en la ciudad desde el jueves, los cuales, de acuerdo con el Departamento de Salud Pública de Chicago, son los primeros casos de sarampión detectados a escala local desde 2019. El primer caso, una persona adulta, no vivía en un albergue.
El sarampión es provocado por un virus contagioso que sigue siendo común en muchos países fuera de Estados Unidos. Los casos locales se originan en viajeros internacionales, generalmente estadounidenses que no han sido vacunados, de acuerdo con los CDC.
El viernes, la ciudad informó públicamente el primer caso en el refugio que alberga a cerca de 1.900 personas. Rápidamente siguieron otros casos en esa antigua bodega del vecindario de Pilsen, entre ellos tres confirmados el martes.
El departamento indicó que las personas infectadas son cuatro niños y tres adultos. Casi 900 residentes han sido vacunados desde el jueves por la noche, señalaron las autoridades.
La vacuna contra el sarampión no se recomienda durante el embarazo o en niños de menos de un año de edad.
"No hemos visto casos de recién llegados con sarampión", dijo el miércoles el comisionado de salud pública de la ciudad, el doctor Olusimbo Ige. "Los casos de sarampión se adquirieron aquí. Y por ello, hemos trabajado muy duro, asumiendo nuestra responsabilidad de salvaguardar seriamente la salud de los recién llegados".
El grupo de casos en el refugio destaca la lucha estratificada de Chicago para responder a la llegada de cerca de 37 mil migrantes desde 2022, cuando el gobernador de Texas Greg Abbott comenzó a enviar autobuses a las llamadas ciudades santuario.
Inicialmente, Chicago utilizó estaciones de policía y aeropuertos mientras las autoridades buscaban otros refugios temporales. El martes, un registro de la ciudad mostraba que más de 11.000 personas permanecían en refugios de administración municipal.
Brindar atención médica ha sido parte de ese esfuerzo; desde vacunas hasta el tratamiento de enfermedades desarrolladas durante las agotadoras travesías realizadas para llegar a la frontera sur de Estados Unidos.
Muchos migrantes que llegan a Chicago proceden de Venezuela, donde la crisis social, política y económica ha sumido a millones de personas en la pobreza. La situación, junto con la carencia de médicos y medicamentos, ha afectado la disponibilidad y la asequibilidad de los cuidados rutinarios, así como la confianza en las instituciones sanitarias. Venezuela ha registrado uno de los índices de vacunación infantil más bajos del mundo.
Los funcionarios del condado de Cook abrieron una clínica en 2022 para proporcionar atención médica inmediata, vacunas y canalización hacia otros servicios de salud pública.
Alex Normington, vocero de Salud del condado de Cook, dijo que los servicios brindan todas las vacunas esenciales ahí y que se suministraron más de 73 mil vacunas contra el sarampión, la gripe, el COVID-19 y otros virus.
Los proveedores también se turnan por todos los refugios de la ciudad y han ampliado su horario luego de que surgieron los casos de sarampión, dijo Normington.
Pero organizaciones de voluntarios que trabajan con migrantes han criticado a menudo las condiciones de los centros de acogida de la ciudad, en particular después de que un niño de 5 años muriera en diciembre tras enfermar mientras se hospedaba en el mismo albergue donde se habían reportado los casos de sarampión.
Argumentan que los casos son el resultado de que la ciudad, el condado, el estado y el gobierno federal no están apoyando las necesidades médicas de los recién llegados.
"No es culpa de las personas que apenas van llegando: esta es una emergencia de salud pública que se gesta desde hace mucho tiempo", declaró Annie Gomberg, una voluntaria. "Todos los que llegan aquí deberían pasar a consulta y recibir vacunas, así como lo hicimos en Ellis Island hace más de 100 años. No deberían ser dejados a languidecer en albergues hacinados".
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