Hong Kong condena a trabajadora social por disturbios por intentar mediar en las protestas de 2019
Trabajadora social condenada por su papel en las protestas

HONG KONG (AP) — Una trabajadora social que intentó mediar durante el apogeo de las protestas antigubernamentales de 2019 en Hong Kong fue condenada el martes por disturbios en el último caso que señala la dura postura que han adoptado las autoridades hacia los casos políticos.
Jackie Chen formaba parte de un grupo de trabajadores sociales que a menudo portaban un altavoz para tratar de mediar entre la policía y los manifestantes durante las movilizaciones sociales. Quedó libre en su primer juicio en septiembre de 2020, pero el secretario de Justicia apeló y un tribunal ordenó un nuevo juicio con otro magistrado.
En el nuevo proceso, la fiscalía acusó a Chen —quien utilizó un altavoz para pedir a los agentes que se calmaran y no usaran sus armas para disparar balas no letales— de participar en disturbios durante una protesta en agosto de 2019. Chen se declaró inocente de esos cargos.
La jueza, May Chung, escribió en su veredicto que Chen había gritado de forma continuada acusaciones infundadas contra la policía y sugirió que las acciones de los agentes implicaban el uso de una fuerza excesiva o eran demasiado rápidas. Chen habría utilizado su papel de trabajadora social, afirmando estar "protegiendo la justicia", para apoyar a los manifestantes, agregó.
La magistrada dictaminó que la única conclusión razonable era que Chen tenía la intención de participar en los disturbios.
"A través de los medios mencionados para reunirse con otros alborotadores, (ella) alentó a otros alborotadores a cometer actos que perturban la paz social", escribió.
Antes de la vista, Chen se tomó fotos de grupo con sus seguidores y abrazó a algunos de ellos en el exterior del tribunal de distrito. En declaraciones a los reporteros indicó que se sentía en paz porque había tenido cinco años para prepararse para este momento. Independientemente del resultado, señaló que no se arrepentía.
"Espero que todas las personas que conozco vivan sanas, vivan felices porque aún tenemos camino por recorrer", declaró.
Después de que la jueza anunciase su decisión, le gritó a sus seguidores, que estaban sentados en la galería, que estaría bien.
Se espera que Chen sea sentenciada en abril. La pena máxima por disturbios en Hong Kong es de 10 años, pero las condenas en el tribunal de distrito están limitadas a siete años.
El caso de Chen llamó la atención debido a su papel secundario en el movimiento de 2019, que fue el mayor desafío al gobierno de Hong Kong desde que la antigua colonia británica regresó al dominio chino en 1997.
Las protestas de 2019 fueron provocadas por una propuesta de ley de extradición que habría permitido que sospechosos de delitos en Hong Kong fueran enviados al territorio continental para ser juzgados. El gobierno retiró el proyecto, pero los inconformes ampliaron sus demandas para incluir elecciones directas para los líderes de la ciudad y responsabilidad policial.
Beijing respondió imponiendo una ley de seguridad nacional para sofocar el descontento. Muchos de los principales activistas de la ciudad fueron procesados o condenados en virtud de esa ley. El gobierno de Hong Kong insiste en que la norma ha devuelto la estabilidad a la ciudad.
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