Observando las estrellas

Desde el 14 de febrero hasta el 10 de marzo, en el cielo nocturno de México, después de la puesta del Sol, aparecerán siete planetas, más o menos alineados a lo largo de la elíptica, en el plano del Sistema Solar. Este fenómeno ha causado revuelo en redes sociales y abierto la especulación de charlatanes, adivinos y conspiracionistas.
Los planetas orbitan alrededor del Sol, como coches girando en sentido contrario a las manecillas del reloj, en una enorme glorieta cósmica. Los más cercanos al centro, lo hacen relativamente rápido mientras los que se encuentran alejados lo hacen más lentamente. Mercurio el más cercano tarda solo tres meses en dar su vuelta al Sol; mientras a Saturno le toma casi treinta años, con esta relación se predicen sus posiciones. No obstante, esta curiosa alineación no afectará en nada a nuestro planeta, ni tiene ningún significado esotérico o místico. Es más bien una oportunidad para observar el cielo y tomar conciencia de nuestra posición real en el Cosmos.
ESCALA PLANETARIA:
En el espacio las distancias son enormes mientras los planetas y estrellas, diminutos. Para tener una idea de esto: Si colocamos una pelota de playa de 1.2 metros de diámetro que represente al Sol, en el kiosco de La Plaza de Armas. El planeta Mercurio seria del tamaño de una lenteja (4 mm) y estaría orbitando donde está la estatua del Señor de la Palomas. Venus con un diámetro de 1 cm. Como un garbanzo, a la entrada de la Plaza de la Tecnología. Nuestro planeta Tierra, de casi igual diámetro, en el lugar de la estatua de San Luis Rey en Plaza Fundadores. Marte de 6 mm en los arcos del Edificio Ipiña, mientras que Júpiter a escala de una pelota de beisbol, en las oficinas del Infonavit de la Av. V. Carranza. Saturno se encontraría en la Bene, en Tequis. Urano, adelante en el cruce con Avanzada y Neptuno en la entrada del Parque Morales. ¿Y la estrella más cercana? Extremadamente lejos, al doble de la distancia de México hasta Japón.
Un espectáculo aparte es nuestra Luna, quien completa su órbita a la Tierra en 28 días. Debido a eso, cada día sale por el este unos 50 minutos más tarde, cambiando cada noche su posición en la bóveda celeste. En su recorrido nos sirve como indicador para ubicar y reconocer constelaciones y planetas. A la vez que cambia la iluminación de su superficie.
1 de febrero: La Luna, se encontrará cerca de 3 planetas. Venus es el más brillante; Saturno es visible, aunque como un pequeño astro amarillento y Neptuno visible con telescopios grandes.
El 6 de febrero: La Luna estará cerca de las Pléyades, o el Tiaguistli o reunión, como las conocían los aztecas. Un hermoso cúmulo o grupo de estrellas en la constelación de Tauro. Estas estrellas, acaban de nacer (Hace apenas unos 120 millones de años, así son los tiempos astronómicos).
El domingo 9 de febrero: la Luna estará cerca de Marte, el planeta se verá como un punto rojo pequeño.
Miércoles 12 de febrero: Noche de Luna Llena, parecerá ser muy grande al salir tras las serranías, pero esto es solo una ilusión óptica.
El viernes 28 de febrero: Luna Nueva, es decir no habrá luz de luna; es la mejor noche para ver las estrellas, mejor lejos de la contaminación lumínica y atmosférica de la ciudad. Excelentes noches para observar a los 7 planetas formaditos en el cielo.
San Luis, como región de desierto tiene numerosas noches con cielos despejados y muchos aficionados, profesionales entusiastas y divulgadores de ciencia, quienes podrían conformar o restructurar una Sociedad Astronómica Potosina que difundan la ciencia al público, como años atrás. Cada noche existe un Universo sobre nuestras cabezas. ¡Aprovéchalo!
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