Actualización sobre la Contaminación del Agua en Benito Juárez

CIUDAD DE MÉXICO, abril 11 (EL UNIVERSAL).- Tras el cierre y saneamiento del pozo Alfonso XIII, identificado por las autoridades capitalinas como el punto de origen del agua contaminada que han denunciado vecinos de Benito Juárez desde hace 11 días, el proceso para que la red hidráulica quede limpia de la sustancia detectada en el vital líquido, tardará alrededor de dos semanas más.

Así lo expuso el Jefe de Gobierno Martí Batres, durante la conferencia que dio ayer, para explicar la ruta de investigaciones y análisis que han hecho dependencias capitalinas y federales, a fin de verificar los reportes de vecinos de la zona norponiente de dicha demarcación; detectar que la sustancia que contaminó el agua es de la familia de los aceites y lubricantes, y ubicar que el sitio de donde emanaba el vital líquido en esa condición es el referido pozo, localizado en la alcaldía Álvaro Obregón.

"Lo más importante de todo es que estamos ya en otra etapa, una vez que se cerró el pozo de Alfonso XIII y a lo largo de las próximas dos semanas, aproximadamente, se estará dando todo el proceso para que vaya saliendo esta sustancia que se encuentra en algunos puntos de la red hidráulica de esta región", precisó Batres.

En su exposición, el mandatario aseguró que desde el 31 de marzo en que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) recibió el primer reporte de vecinos de la Benito Juárez, alertando sobre un fuerte olor a combustible y solvente en el agua potable que reciben en sus casas, las autoridades capitalinas se pusieron en contacto con ellos y durante los últimos 11 días, han atendido las quejas y dudas de más de mil habitantes de las colonias donde se ha registrado esa situación.

"La información que estoy dando ahora, será llevada también a domicilio por los compañeros de Participación Ciudadana y de las otras áreas que van a estar informando a la ciudadanía sobre estos temas y resolviendo diversas dudas", enfatizó.

Como parte de las investigaciones, ayer personal de Petróleos Mexicanos realizó pruebas de presión a un ducto de ese organismo ubicado a unos 500 metros del pozo saneado, para verificar si tiene alguna fuga o toma clandestina, lo cual fue descartado; y este jueves realizará otra prueba, con un equipo especial de video y foto, para revisar si al interior del ducto hay fisuras.