Trabajadores textiles en Tijuana protestan contra arancel del 35%

TIJUANA, BC.-Trabajadores de la industria textil en Baja California protestaron en la garita de importación, en Tijuana, para exigir al gobierno federal la eliminación del 35% de aranceles que impuso al sector, desde diciembre pasado.

Elena Vidal Juárez, empleada de la industria en el área administrativa, explicó que en diciembre pasado fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto que impone 35% de aranceles a la industria textil.

El problema, explicó, es que se les había informado que las empresas con certificación IMMEX quedarían exentas de pagar esa tributación, pero desde que entró en vigor hasta la fecha, a pesar de que las empresas han cumplido con los requisitos, no han tenido respuesta y, mientras eso sucede, han asumido el costo.

"Esto nos preocupa mucho porque ya hay clientes que antes nos traían su mercancía para bordar, para hacer serigrafía y ya optaron por irse a El Salvador u otros países, por qué cobran menos. Ya fuimos advertidos, si esto no cambia vienen cierre de empresas y despidos", lamentó.

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Lo anterior motivó la movilización de decenas de empleados que llegaron hasta la Garita Otay Mesa y caminaron varios metros hasta concentrarse en la aduana de importación mexicana, sobre el bulevar Bellas Artes.

De acuerdo con el decreto, publicado el 19 de diciembre pasado en el DOF, la Secretaría de Economía establece aranceles temporales de 35% a la importación de mercancías relativas a la confección y del 15% a la importación de mercancías referentes a la industria textil.

El objetivo según el escrito es continuar con "las medidas necesarias para brindar condiciones de mercado a los sectores de las industrias textil y de la confección nacional que enfrentan situaciones de desventaja ante el comercio internacional y, fomentar el desarrollo de la industria nacional".

El problema, explicó Elena Vidal quien también es consultora dentro de la industria textil, es que esta medida deja en desventaja y mayor vulnerabilidad principalmente a las empresas pequeñas mexicanas que operan en la frontera, ya que la mayoría de sus clientes son estadounidenses.

Uno de los trabajadores, David Fregoso, lamentó que solo le quedan alrededor de cinco años para su jubilación, la cual peligra ya que en la compañía donde trabaja ya advirtieron que la empresa no podrá mantener sus operaciones y por ende los empleos, sin una solución.

"Ya cerraron dos plantas y las que todavía están abiertas enfrentan pérdidas, por eso tenemos miedo de perder nuestro trabajo, en mi caso es más difícil, tengo más de 50 años y para mí y otros de mi edad, es más complicado porque nos quedamos sin trabajo, pero tampoco nadie nos contrata", alertó.

Por su parte, Edwin, trabajador de otra empresa, refirió que la fábrica en la que trabaja estuvo cerrada durante las primeras dos semanas del año, además de que teme de que si pierde su empleo difícilmente encontrará trabajo haciendo lo que sabe.