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2023: Ausencia de huracanes nuevamente por el cambio climático

Por Adolfo González Díaz Infante

Septiembre 30, 2023 03:00 a.m.

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La palabra HURACÁN que es un término mundial, es de origen MAYA y viene del dios HURUA-KAN, que quiere decir Dios de una sola pierna, o bien relativo a un víbora o culebra, por la forma del centro del huracán y existe en la mitología maya desde hace miles de años.

La temporada de huracanes en el Atlántico 2023 se inició el 1 de junio y termina el 30 de noviembre. Estas fechas coinciden con la temporada de lluvias en México, especialmente la parte centro-norte y Golfo de México, ya que en la costa del Pacífico depende la temporada de lluvias de los ciclones que suceden en dicho océano.

En nuestra ciudad de San Luis Potosí y estados del centro-norte y Costa del Golfo es parte esencial del ciclo de vida. Sin huracanes y tormentas tropicales nuestra zona sería un desierto casi sin vida y sería imposible desarrollar nuestras actividades HUMANAS y ECONÓMICAS. Sin agua no hay vida. Por lo tanto, debemos de cambiar nuestro concepto de TIEMPO MALO cuando está lloviendo, en todo lo contrario que es el TIEMPO BUENO. Y nosotros mismos en nuestra INCONSCIENCIA ECOLÓGICA lo llamamos tiempo malo, ya que es el momento de inundaciones de nuestras ciudades, especialmente en donde hay desembocaduras de ríos como TAMPICO, VERACRUZ, VILLAHERMOSA, etc. esta última cruzada por varios de los ríos más caudalosos de México. Pero esas afectaciones que incluyen EROSIÓN DEL SUELO, DESLAVES, CAÍDAS DE PUENTES, ENFERMEDADES TROPICALES, etc. son provocadas principalmente por la DEFORESTACIÓN, cuyo efecto es fácilmente explicable. Al existir menos árboles, existen menos raíces que son obstáculos para el agua de lluvia y por lo tanto a nivel casi microscópico en un principio la gota de lluvia recorrerá más rápido su camino para convertirse en chorro de agua, que se convierte en arroyo pequeño, que se convierte en arroyo grande, que desemboca en un río que simplemente se desplaza en menor tiempo y mayor velocidad, con el mismo volumen de lluvia, o sea más millones de m3 por minuto.

A lo anterior hay que agregar que por la urbanización de las ciudades de la que todos somos responsables al vivir en las mismas, el agua corre por las calles a mucho mayor velocidad, que conjuntado con la mala planeación pluvial y la contaminación por basura que tiramos en las calles provoca inundaciones en las partes bajas de las mismas y los llamados encharcamientos que todos conocemos.

Según el Centro Nacional de Huracanes de EU, el año récord de huracanes fue el año 2005. Año del huracán CATRINA que destruyó la ciudad de NUEVA ORLEANS por primera vez, ya que por su ubicación y el cambio climático seguramente será una historia que se repetirá muy próximamente.

Basados en datos históricos, en la zona del Golfo de México y Atlántico Tropical se tienen en promedio anualmente 12 tormentas tropicales, de las cuales 6 son huracanes, y de ellos 3 son huracanes de alta categoría, es decir mayores a clasificación 3. En un año normal, el 90% de las tormentas y huracanes se llevan a cabo después del 6 de agosto. Y la temporada alta ocurre de 15 de agosto al 15 de octubre, por lo que este año 2023 sólo nos quedan dos semanas para tener huracanes que realmente sirvan a nuestras actividades agrícolas, ganaderas, industriales y nuestro uso habitacional. Al día de hoy no ha habido un solo huracán de magnitud y duración considerable y nuestras presas están a niveles históricamente bajos, si no es que totalmente secas, y algunos ríos huastecos ya dejaron correr hace varias semanas como el RÍO VALLES.

Así que estemos preparados este año y seamos conscientes de que sin huracanes no hay lluvia y sin agua no hay vida. Ya no llames MAL TIEMPO al tiempo de lluvias, es el MEJOR tiempo del año.

Según nuestro grado de INCONSCIENCIA ECOLÓGICA, no nos damos cuenta de la grave situación que tendremos en lo que resta de 2023 y 2024. No recordamos las sequías de los años 2019 y 2020, que costaron la vida de miles de árboles en la SIERRA DE ÁLVAREZ de San Luis Potosí, y tampoco somos conscientes de que estamos utilizando agua que en muchísimos casos lleva miles de años en los pozos profundos que utilizamos desde hace años por el abatimiento de los mantos acuíferos sobreexplotados por cada uno de nosotros.