Agua en bolsa

El 2020 será recordado por tantos hechos históricos; constantemente recuerdo la extraordinaria canción “Wind of change” de la legendaria banda alemana Scorpions, aunque reconozco que el contexto es diametralmente opuesto y sólo encarna el anhelo de regresar a nuestra antigua normalidad; ¿qué más podíamos esperar en este año? pues a partir del pasado 7 de diciembre cruzamos el umbral hacia una realidad bizarra: el Mercado de Futuros de Materias Primas en Wall Street comenzó a “cotizar el agua” debido a una previsión de escasez.

El precio del líquido tendrá fluctuaciones de costo, tal y como ocurre con el petróleo, lo que, según expertos, podría evitar un riesgo del recurso en años futuros. ¿Qué es el mercado de futuros de materias primas de Wall Street? Este es aquel apartado de los mercados mundiales donde negocian y cotizan productos básicos, tales como el oro, trigo, cacao y recientemente el agua, clasificados en grupos divididos entre: granos, textiles, energías, metales, carnes, etc.

La pregunta clave es: ¿qué provocó dicha apuesta? En el último año el precio del agua en California se ha duplicado, según este indicador, y con la mayor escasez de este bien, la llegada al mercado de materias primas, dicen permitirá una mejor gestión del riesgo futuro vinculado a este recurso. En esencia todo esto originará que los agricultores, fondos o municipios se protejan o especulen ante los cambios en el precio del agua. Según se espera que todo esto permita una mejor gestión del riesgo asociado a la escasez del recurso y realizar una mejor correlación entre oferta y demanda en los mercados.

Aunque el índice está basado en los precios de las principales cuencas fluviales de California como referente, este valor podrá ser usado como estándar para el resto del mundo en los mercados del agua. Estos contratos futuros no requieren entrega física del líquido y son puramente financieros, basados en el precio semanal promediado.

Pero ¿cuánto cuesta el agua? Medidores como el índice “Nasdaq Veles California Water Index” (‘ticker’ NQH20), indica los precios futuros. De momento, calcula hasta 486,53 dólares por acre-pie, que es una medida de volumen usada en los Estados Unidos, equivalente a 1.233 metros cúbicos.

Este tema es complejo de entender, pero pongamos un ejemplo: compro un volumen de agua hoy y firmó un contrato con el concesionario para la explotación de dicho líquido, con un precio que se fija entre las dos partes dependiendo de la oferta y demanda del momento. Pero no me van a entregar ese elemento vital, ni ahora ni en la fecha estipulada del contrato a futuro. En ese tiempo el precio del agua fluctuará y puede subir o bajar, tal como el dólar o el petróleo (por distintas circunstancias). Llegada la fecha del contrato ya sabré si perdí o gané, respecto al precio de ese momento. Los contratos no se van a liquidar con agua, sino con dinero. Es decir, que quienes compren no recibirán galones de agua, ellos obtendrán el precio al que se cotice al momento. Tal como ocurre con el petróleo y oro.

Ahora si nos adentramos en la realidad del agua en el mundo, podemos saber que China y Estados Unidos son los principales consumidores de agua y según Naciones Unidas 2,000 millones de personas viven en países con graves problemas a su acceso, mientras que en los próximos años dos tercios del planeta podrían experimentar escasez de agua y millones de personas verse desplazadas (apartheid hídrico).

La explotación excesiva de este recurso por el sector primario,  la industria y el consumo humano, han llevado a que sea cada vez más escaso. Las Naciones Unidas advierte que el cambio climático está provocando sequías graves y más inundaciones, lo que hace que la disponibilidad de agua sea cada vez menos predecible.

La cotización referida tiene un gran impacto si hoy por hoy, de acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo cerca de 3 de cada 10 personas carecen de acceso al agua potable; con un valor más elevado de este recurso, pareciera que estamos próximos a vivir como en la película Mad Max, aquella producción que muestra un futuro apocalíptico marcado por la escasez de agua, y, por ende, de caos social.

En el año 2002 el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales aprobó la Observación General N. 15 sobre el derecho al agua. En su artículo 1 se establece que el derecho humano al agua es indispensable para una vida humana digna. Posteriormente, en el año 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento como un elemento esencial para hacer efectivos otros derechos humanos como el derecho a la salud.

Delírium trémens.- Definitivamente la solución ambiental está en los jóvenes: Fridays For Future (FFF) considera que “el Acuerdo de París fue un paso esencial para iniciar una acción climática masiva, ¡pero fue solo el comienzo y los gobiernos ahora deben ser responsables de actuar sobre esos objetivos!”, afirman que es necesario “un Levantamiento Climático Global que desafíe el poder de los políticos y las industrias arraigadas para permitir una transición justa hacia un sistema económico que respete los límites naturales de la tierra y anteponga los intereses sociales”; “¡Ya estamos en acción! ¿Y usted?.

@luisglozano