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Carbón

Por Luis González Lozano / PULSO

Octubre 31, 2020 03:00 a.m.

El carbón tiene muchos usos, pero como fuente de energía ya es obsoleto. Si bien el carbón fue uno de los combustibles que impulsó la era industrial, ahora ha llevado al planeta al borde de un catastrófico cambio climático.

 Empezaré por explicar qué es la energía limpia y la sucia para comprender mejor este tema. Las energías sucias son las que emiten gases que causan el efecto invernadero, son las energías que proceden del carbón, del gas y del petróleo. También son energías sucias las que producen residuos tóxicos como la energía nuclear, y por el contrario, la energía solar y la energía eólica, son energías limpias.  

Es de conocimiento general que el carbón es muy económico, por ello es tan difícil deshacernos de él, convirtiéndose en una intensa fuente de energía dominante. 

Existen millones de toneladas bajo la tierra. Compañías poderosas, respaldadas por gobiernos poderosos, a menudo en forma de subsidios, tienen prisa por hacer crecer sus mercados antes de que sea demasiado tarde. Los bancos todavía obtienen ganancias de él. Las grandes redes eléctricas de países gigantescos como Estados Unidos fueron diseñadas para él. Las plantas de carbón pueden ser una manera segura para los políticos de brindar electricidad barata y retener su propio poder (¿le suena conocido?). 

Empero el lado negativo o “sucio” del carbón es que su combustión genera desechos contaminados con químicos tóxicos y metales pesados, tales como arsénico, cadmio, selenio, plomo y mercurio. Los desechos de la combustión del carbón a veces se guardan en lagunas o vertederos de desechos que frecuentemente no se sellan de manera adecuada.  Los contaminantes pueden terminar en las aguas superficiales y canales subterráneos de los cuales dependen las personas para agua potable. Esto puede aumentar los índices de cáncer, malformaciones congénitas, problemas reproductivos y daños neurológicos. 

La combustión del carbón es en sí la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero del mundo y es responsable del 72% de las emisiones de efecto invernadero del sector eléctrico. Esto está aumentando la temperatura de nuestro planeta con efectos devastadores para la salud de las personas y el medio ambiente. La industria del carbón plantea que puede construir centrales que puedan capturar el dióxido de carbono y posteriormente guardarlo bajo tierra. Sin embargo, la viabilidad tecnológica y económica de la captura y almacenamiento del carbón aún no ha podido ser probada y seguramente llevará décadas para ser viable, si es que alguna vez logra serlo. 

Por otro lado, tenemos a las energías limpias y renovables, pero incluso conforme las energías renovables crecen rápidamente, todavía tienen límites: las energías eólica y solar fluyen cuando la brisa sopla y el sol brilla, y eso requiere que las redes eléctricas tradicionales sean reacondicionadas es por eso que dejar el carbón es un trabajo arduo de renovación que los gobiernos tienen que considerar hacer con carácter de urgente. 

Entonces la cuestión sería ¿Está el mundo listo para terminar la era del carbón y adoptar la energía limpia? Creo que sí; la verdad es que cada vez más países y empresas reconocen que el uso de energías renovables no solo es lo correcto para el planeta, sino que también tiene sentido económico. La tecnología ya existe para permitir que el mundo se aleje del carbón y de otros combustibles fósiles; y también para conectar a todos esos millones de personas que aún no tienen acceso a la electricidad esto brindándoles fuentes de energía limpia y renovable. La evidencia indica que las energías renovables son ahora la forma más barata de generar electricidad en dos tercios del mundo. Más barata que el carbón y el gas natural, y, para 2030, se espera que las energías limpias  sean las principales usadas en todo el mundo. 

Entre otros países, Canadá y España por ejemplo, se han comprometido a eliminar por completo el carbón como fuente de energía para el año 2030. Muchos países se comprometieron a que la transición de esa fuente a otras renovables se haga de manera justa para los trabajadores y las comunidades donde se ubican las plantas de carbón, esto en apoyo a las miles de familias que durante años han trabajado para este ramo. 

Ampliando la información anterior, un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irene), revela que las energías limpias son cada vez más baratas. Más que cualquier tecnología basada en combustibles fósiles. El “Renewable Power Generation Costs in 2019” (Costes de generación de energía renovable en 2019) muestra que más de la mitad de la capacidad renovable agregada en 2019 registró costes de energía más bajos que las más baratas de entre las nuevas plantas de carbón. Esto en palabras simples se traduciría en lo siguiente: “Ni el carbón más barato del mundo puede competir con las renovables” entonces ¿Por qué aferrarnos a él? 

En conclusión, pudiéramos decir que el carbón es barato y abundante, pero también es el más contaminante de los combustibles fósiles, y desafortunadamente tenemos dirigentes que viven en el pasado y consideran que el carbón todavía debe ser la fuente más grande de energía, sin escuchar a los científicos y sin la participación ciudadana. 

Y si vivimos en un mundo de modas, qué esperamos para entrar a la práctica y estilo de vida de los países que sí están optando por las energías verdes; no seamos convenencieros siguiendo solo las modas que nos acomodan y en vez de encadenar a las nuevas generaciones a una dependencia del carbón sucio, los gobiernos y la industria debieran invertir en energía limpia y renovable. 

Pero no bastan las ganas de los ciudadanos de adoptar las energías limpias, ya que el gobierno tiene mucho peso en este tema, así podemos percibir que lo más delicado desde una perspectiva a largo plazo, es que no hay planes de gobierno para incrementar el uso de energía solar o eólica, las más baratas del mundo. 

Esto significa que mientras los países del mundo buscan incrementar su competitividad con eólica y solar, nosotros nos quedaremos varados, usando sólo la que le gusta al Presidente Andrés Manuel López Obrador, no lo que le conviene al país, y mucho menos a nuestro medio ambiente, que impacta en nuestra salud.

El verdadero sofisma ---argumento falso o capcioso que se pretende hacer pasar por verdadero--- es el uso actual, en forma desmedida, del carbón. 

Delírium trémens.- El camino a la transformación ¿es la 

demolición??

@luisglozano