Congruencia y Decoro Político

Decía mi madre, muy querida por cierto en el gremio magisterial potosino, la Profesora Margarita Espinosa, que en la vida de todo ser humano había dos principios que se debían preservar: la congruencia y el decoro, la primera es la relación coherente entre ideas, acciones y cosas, aplica practicamente para todo, en el futbol no se puede hoy ser Águila y mañana Chiva, en religión es complicado acudir a catedral y salir de ahí a implorar a la mezquita, en política -al menos en teoría- debería suceder lo mismo. Y me refiero a la Teoría Política porque en efecto, ideológicamente cada posición política, sea de izquierda o de derecha tiene sus causas, su doctrina, sus principios y hasta sus gurús. Aunque desde niño he tenido mucha imaginación, la mía de pronto no alzanzaría a comprender si un día Fidel Castro Ruz se hubiera levantado y decidiera renunciar al Partido Comunista y abanderar así de pronto las causas y principios enarbolados por del Partido Republicano Norteamericano, hasta pensarlo me resulta grotesco. Es cierto, que muchos podrán decir en su defensa que “cambiar es de sabios”, sin embargo precisamente cuando ocurre un cambio de postura tan radical necesariamente debe, mínimo justificarse, algo así como lo ocurrido a un connotado portero chiva que terminó defendiendo la portería águila, quien al ser cuestionado por ese cambio tan radical lo dejó en claro: el futbol es un negocio y ser portero es un trabajo. En el soccer es sencillo de entender, pero en religión por ejemplo, imagine Usted estimado lector: ¿como justificaría Jorge Bergoglio, decirle un domingo a sus fieles “hermanos, nos mudamos al Islam”?, un poquito de decoro por favor, afortunadamente eso no sucederá jamás. Y justo hablando de decoro, que se entiende como el comportamiento adecuado y respetuoso correspondiente a cada categoría y situación, la actividad política en México necesita urgementemente un mucho de congruencia y un máximo de decoro, hoy la ciudadanía se da cuenta de lo que ocurre en estos dos aspectos, es cierto que los partidos políticos son entidades de interés público, pero no olvidemos que están nutridas de Principios, Valores e Ideología,  que políticos valiosos como Reyes Heroles o Gómez Morín, le dieron un alto sentido de congruencia a las instituciones que formaron y que, podremos estar o no de acuerdo con su ideario, pero nadie puede negar que ambos en sus trincheras formaron militancias y que ambos fueron congruentes con su pensar, decir y hacer. Así, a quienes nos toca participar en la vida política, un mínimo a ofrecer a la sociedad es la congruencia, y en ese ánimo, el que estas letras escribe se ha declarado a nivel político de pensamiento centro izquerda, y desde este espacio de libre expresión le digo amable lector que lunes a lunes nos sigue, Usted no me verá jamás defendiendo ni militando en algún partido político de la derecha conservadora, pero tampoco en la izquierda que radicaliza y divide, aunque eso no resta el profundo respeto que tengo por quienes comparten en CONGRUENCIA (con mayúsculas) tales ideologías. Luego entonces, estamos obligados a devolverle a la política mexicana -y un poquito más a la potosina-, la congruencia y el decoro; congruencia para actuar con las ideas y principios de un proyecto político del que se esté plenamente convencido, DECORO (ídem mayúsculas) para no cambiar de camiseta de buenas a primeras, porque a diferencia del futbol, la política tal como la religión deben ser servicio y no negocio. Y si un día no hay espacio o cabida en algún proyecto político de centro izquierda, quedarán siempre la cabeza y las manos para trabajar honestamente en la legítima búsqueda del sustento, pues siempre será preferible morir por la idea que traicionar los principios en los que creemos y que estoy cierto, moverán desde sus cimientos este sistema político. Excelente inicio de semana. Twitter @Jorge_Andrés78.  jorgeandres.manoizquierda@gmail.com.