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Crímenes de Odio

Por Carlos A. Hernández Rivera

Julio 05, 2024 03:00 a.m.

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El pasado 28 de junio y durante todo ese mes, se conmemoró la reivindicación al respeto sobre la diversidad sexual, sin embargo, la realidad muestra que no siempre es así; es por eso que, rescato el Pronunciamiento Público del Consejo Ciudadano de la CEDH SLP a colación del homicidio de dos miembros de la comunidad trans en Tamuín en 2021.

Entonces, viene bien analizar esta problemática. Nos comenta René Boivin (2015), que, el origen del concepto del crimen de odio está en Estados Unidos en los años 80, a raíz de conflictos raciales, surge la ley federal “Hate Crime Statistics Act” en 1990, empero, aún hoy en día, los criterios para identificación y selección de estos crímenes de odio, diversidad de tipologías han hecho difícil su conceptualización.

El concepto crimen de odio formas hoy en homofobia en América latina, destaca la brutalidad física como una categoría que la identificación de los delitos de odio. La noción de crimen de odio motivados por el prejuicio homofóbico, asesinato contra personas lesbianas, bisexuales, transexuales y travestis. 

Sin embargo, teóricamente las características reúnen las siguientes categorías: 1- la identidad sexo genérica de la víctima, 2- la saña con la cual el crimen fue ejecutado, 3- el móvil relacionado con orientación sexual e identidad de género de la persona asesinada, y, a menudo 4- la fuerza física usada para cometerlo. 

En el estudio “El Concepto del Crimen de Odio por Homofobia en América Latina. Datos y discursos acerca de los homicidios contra minorías sexuales: el ejemplo de México (René, 2015), realizado sobre casos desde la década de los 90s en la Ciudad de México, se advierte un perfil en estos crímenes. Las víctimas se caracterizan pertenecer a grupos de edades económicamente activas, 33% el de los 16 a 24 años de edad, y 25 a 34 años de edad con el 25%, así como el de 35 y 44 años de edad con 25%.

Son profesionistas, directores de empresas, miembros de miembros eclesiásticos, de ellos es el 33% de las víctimas, también, trabajan en comercios restaurantes y bares el 15%, y son el 18% trabajadores sexuales. 

El 58% fue asesinado en su vivienda el 13%, el 20% en la vía pública, el 13% en un cuarto en cuarto de hotel. El 63% de las víctimas conocían a sus victimarios (el 5 % eran empleados de la víctima).

El 33% fue asesinado con arma blanca, el 27% por golpes, el 63% baleado, el 25% fue torturado, el 6% sufrió una agresión sexual antes de morir, y, el 25% fue hallado amarrado, maniatado, además, el 37% de la víctima se encontraba desnudo. 

Reconoce el autor, el problema de escasez de información sobre la orientación sexual e identidad de género de las víctimas, dificulta su medición en la etapa de investigación del delito. Además, está el estigma, por ejemplo, en la medición de la prensa, se reporta que el 51% de los casos es motivado por la venganza pasional, y eso es un prejuicio que no debiera orientar las pesquisas. En segundo lugar, con el 12% aparece como móvil el asalto o robo, además, el 9% son por riñas y ajustes de cuenta.

 Lo sorprendente es que el odio homofóbico aparece solo con el 11%, de ahí, que se advierte que es un móvil oculto o invisibilizado, y ello a pesar del contraste con el modus delictivo.

De momento se agotan las líneas de este mi espacio editorial. Las y los espero el próximo viernes.

carloshernandezyabogados@gmail.com