Criminología estéril
“La criminalidad es hereditaria y
se transmite de generación
en generación”.
Cesare Lombroso.
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¿Criminología, una carrera y profesión subutilizada? Hace ya varios años que me consultaron en la Facultad de Derecho respecto a la carrera de criminología, como otra opción educativa de la Facultad, me pareció razonablemente bien la idea, ya que se avecinaba como un “tsunami” la llegada del sistema penal acusatorio.
¿Qué pasó? Lo que sucede como en otras muchas cuestiones académicas en países latinoamericanos, que llegan a burocráticos de papel, de escritorio y con posgrados, sin experiencia en el campo real. No se dimensionó su importancia, se romantizó y hasta casi ya roza en la infantilidad peliculera.
No es lo mismo CSI Miami que CSI Sinaloa. Las series de televisión norteamericanas han contribuido a confundir las ciencias forenses y criminalísticas con la criminología, así, una oleada de jóvenes, principalmente mujeres, se han matriculado a lo largo y ancho del país en carreras de criminología tanto en escuelas públicas y más en las privadas.
En España y Portugal, andan con la misma problemática, la criminología no se ha podido concretar y sustentar con un marco jurídico que regule una profesión tan necesaria en los tiempos actuales.
Entre la preservación de la escena del crimen, la especialización de reconstruir crímenes, analizar la evidencia física como sangre, ADN, huellas dactilares y demás indicios para utilizarlas en el proceso penal y; entre proporcionar una formación que permita conocer, comprender, analizar, y evaluar las distintas explicaciones del comportamiento delictivo y de las conductas antisociales, los factores de riesgo y las consecuencias de todo ello para las víctimas, los delincuentes, el sistema legal y la sociedad en general…hay un gran abismo.
Se han atorado en la mayoría de las universidades que ofrecen la carrera de criminología, en formar graduados capaces para analizar, evaluar, prevenir e intervenir en el ámbito del delito y de la criminalidad, los delincuentes, las víctimas y en relación al control y la reacción social formal e informal hacia el delito.
Formar jóvenes profesionales que expongan propuestas de prevención e intervención desde diferentes niveles y aproximaciones (jurídico penal, individual, social, institucional y comunitario), doctrinas que contribuyan a desarrollar políticas de actuación frente al delito acordes al marco legal vigente, así como a diseñar aquellos procedimientos más adecuados para evaluarlas.
TAPANCO: Apremia, regular el ejercicio profesional de la criminología en el que se contengan las funciones de la profesión, los ámbitos de actuación y sus competencias. El campo de acción, extenso esta: Peritos; Funcionarios de prisiones; Instituciones de seguridad de los tres niveles de gobierno; Asesores de Seguridad Pública y Privada; Asesor normativo en materia de Política Criminal; Mediación; Asistencia a víctimas; Perfiles criminales, Universidades y Academias de Seguridad, etc.
No más “prepa” como único requisito de estudios, sino profesionales en Criminología y Criminalística. (El horno “sí” está para bollos).
X @franciscosoni
