¿Cualquiera puede liderar equipos de alto desempeño?
Dra. Mariana Alejandra Cordova Contreras / Marcelo Rodriguez Lara*
Responder esta pregunta nos lleva a una reflexión importante y es que, aunque los seres humanos somos naturalmente seres sociales, nuestro desempeño depende en gran escala de nuestras relaciones interpersonales por lo que es de suma importancia saber comunicarnos claramente y en el momento preciso, logrando que el mensaje que queremos transmitir llegue al receptor lo más completo y entendible posible. Es decir que más allá de entender al feedback como la clave del proceso comunicacional, debemos hacer énfasis en el proceso interpretativo, de allí que la asertividad se ha vuelto un tema medular cuando hablamos de comunicación, pues permite a las personas expresar sus sentimientos, preocupaciones y opiniones en el momento adecuado y de la forma adecuada manteniendo el respeto y considerando los derechos y opiniones de los demás. Por lo que, retomando la pregunta, este punto de la asertividad comunicacional termina cobrando mucha importancia al momento de estudiar el rol de los lideres en los equipos de alto desempeño, pues se requieren muchas habilidades blandas para lograr que los equipos aumenten su productividad, suban los niveles de competitividad y alcancen los objetivos estratégicos organizacionales. Por supuesto para ello se requiere mucha flexibilidad para adaptarse a los cambios, escucha activa, respeto y tolerancia sobre la base de la diferencia, lo que permitirá que nuestra gente se sienta abierta a la experimentación, a innovar, pero fundamentalmente a manejar los riesgos sobre la base del aprendizaje y no del temor a la equivocación.
Como sabemos los equipos de alto rendimiento se diferencian de un equipo común, ya que este último es un grupo de personas organizado con la finalidad de alcanzar un objetivo, en cambio, los equipos de alto rendimiento además de tener un objetivo en común también comparten actitudes, visiones y convicciones, lo cual no hace preguntarnos ¿Si estos grupos cuentan con miembros tan preparados que tan necesaria es la participación de un líder? Es de máxima importancia la presencia de un líder, pues aun cuando poseen capacidades excepcionales se requiere una persona que cohesione los esfuerzos, que actúe como catalizador, que intervenga cuando se requiera, en fin, que genere el clima necesario para el desarrollo de ideas que genere sinergia. Para esto se requieren algunos elementos claves a manos de los lideres:
En primer lugar, necesitamos una cultura organizacional alineada con los objetivos, que nos sirva de guía y genere un engagement por parte de los colaboradores, que fomente la motivación y el desarrollo de equipos. De no ser así pueden existir contradicciones, disputas y problemas de productividad. La transmisión de la cultura organizacional está en manos de los gerentes y líderes siendo fundamental que sean excelentes comunicadores, entendiendo la importancia del propósito, conociendo la influencia que generan los mensajes implícitos, y además priorizando la escucha a sus colaboradores para tener un panorama general tomando en cuenta la exigencias y percepciones tanto de sus superiores como de sus asociados para lograr un mayor entendimiento entre los mismos.
En segundo lugar al ser equipos con miembros altamente capacitados y comprometidos con su trabajo, puede tornarse difícil mantener un ambiente laboral relajado y tranquilo, puesto que todos los integrantes se encuentran con la presión constante de obtener resultados satisfactorios, lo que hace que aumente los niveles de estrés pudiendo provocar la disminución de la productividad y ausentismo frecuente del colaborador; la solución a este escenario es sin duda alguna un liderazgo que se maneje con mucha comunicación asertiva, permitiendo así la creación de relaciones de confianza entre los diferentes niveles, más enfocado en la relación colaborador-líder, abriendo espacios para la creatividad, libertad e innovación para los equipos de trabajo dándoles autonomía y sentido de pertenencia y obteniendo los resultados esperados, de una forma más productiva y competitiva.
El líder debe actuar como un facilitador, logrando un trabajo colaborativo y eficiente con su equipo manteniendo la sinergia, con el fin de lograr los resultados esperados. Para esto es fundamental tomar el papel de receptor para servir de puente comunicacional entre lo que el nivel institucional diseña y lo que los equipos tácticos y operativos de la institución hacen realidad, en donde prevalezca el interés del colectivo por encima de las individualidades, en donde el éxito y el fracaso sean de todos, en donde las adversidades del entorno no definan los equipos, sino que los transformen, los vuelvan resilientes, más flexibles y adaptables.
Cada día que pasa se apuesta por estructuras menos jerárquicas, se apuesta a la matricialidad, a los equipos, a la creación de espacios de participación en el diseño de ideas, al trabajo colaborativo, pero fundamentalmente se apuesta al aprendizaje organizacional, a aceptar el cambio como una variable permanente, cuya clave para dar respuesta es la comunicación y el liderazgo, que permita que le gente no le de miedo desaprender, para volver a aprender y así aprender haciendo. Sigamos apostando a la gente, aun con la llegada de la inteligencia artificial, seguimos siendo seres sociales, por lo que la empatía, la comunicación y el liderazgo son definitivamente la clave del éxito.
* Estudiante de segundo semestre de la Escuela de Negocios del ITESM.
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