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¿Intelectuales, influencers?

Por Alexandro Roque

Mayo 26, 2024 03:00 a.m.

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Esta semana dos “manifiestos” llamaron la atención, al menos la de quienes están inmersos o cercanos a la ciencia y a la “cultura” (que contiene al arte pero no viceversa). Dos grupos de “intelectuales” signaron a favor de las coaliciones “Fuerza y corazón por México” de los partidos azul, amarillo y tricolor (englobados en rosa), y “Sigamos haciendo historia”, de colores vino y verde (que ya se acusan de lo que sea con tal de quedarse con más votos).

Recordemos que estamos en el centenario del Manifiesto Surrealista, y que André Bretón dijo que México es el país más surrealista del mundo, así que todo bien con estos “ambos dos” manifiestos de las ¿vanguardias? del primer cuarto del siglo XXI. 

Opinólogos, intelectuales, artistas [sobre todo “escritores(as)”] o influencers no son lo mismo aunque en ciertos imaginarios se les confunda. Desde siempre, los gobernantes han buscado rodearse de artistas para “legitimarse”, y hay artistas que han buscado el mecenazgo oficial. También siempre ha habido artistas que se oponen a “lo oficial”, sea en el mismo arte o en su postura manifiesta acerca de lo que el Gobierno propone y apoya como arte o “arte”. Las “benditas redes” han contribuido a crecer el debate sobre qué tan intelectual es un artista o qué tan “analista político” puede ser un periodista, un locutor, o alguien que habla porque  tiene doctorado o nomás un micrófono a su alcance.

El lunes 20 de mayo Roger Bartra leyó el manifiesto contra el actual gobierno y su candidata, en el que acusan a López Obrador y a su partido de querer “extender la deriva autoritaria durante el próximo sexenio, lo que significa una grave amenaza para la democracia”. Es, dicen, “el riesgo de la regresión”. Lo firmaron unas 250 personas. Jorge G. Castañeda dice en El Universal que dicho llamado a votar por Xóchitl Gálvez es “un paso adelante de gran trascendencia para una comunidad que en México siempre ha sido enormemente poderosa, pero al mismo tiempo cuidadosa e individualista en sus manifestaciones públicas”. 

Del otro lado, cuatro días después, “más de 900 intelectuales, académicos, científicos y artistas promueven voto a favor de Sheinbaum”, mediante el manifiesto “Por una democracia para todas y todos”: “La democracia seguirá fortaleciéndose con la siguiente etapa de la transformación. Ganaremos las elecciones, libre y democráticamente el 2 de junio. Salgamos todas y todos a votar por el único proyecto de nación que garantiza la prosperidad compartida”

Decir que ciertos grupos “representan”, o peor, “son” la comunidad “cultural” es un vicio de los medios desde que me acuerdo. Alguien dice algo y se magnifica, por afán de “laiks” o de plano mala leche, con tal de “quemar” al contrario. Ya Antonio Gramsci dio las pistas sobre la diferencia entre intelectuales “orgánicos”, que surgen de una clase social y la representan, y los “tradicionales”. Unos afianzan al partido en el poder, otros lo critican o no sienten como suya la lucha de clases: se representan a sí mismos. Los análisis políticos, a veces, se parecen mucho a las barras furboleras.

Antes era más fácil: había intelectuales liberales o conservadores, de izquierda o de derecha. Era la cárcel y el ostracismo, o las ediciones de miles y los puestos en Gobierno. Hoy no es fácil ubicar los nombres de muchos de los y las “abajofirmantes” en uno de esos espectros, igual siguen en la nómina, reciben publicidad, o son Foncas o SNIs.   

Escribió Carlos Monsiváis en 2007: los intelectuales “son víctimas, son victimarios en la medida de lo posible, contribuyen a la memoria histórica, le infunden creatividad al lenguaje, dictaminan, disculpan a los represores, fomentan el sentido del humor y de la ironía, protegen a la República con gruesas capas de solemnidad y textos abstrusos […] Son, en síntesis, el cuerpo móvil o inmóvil que nulifica casi todas las generalizaciones. Y son, también, una especie en extinción”.

Como se dice, nos vemos en las urnas. Sea por Dios.

http://alexandroroque.blogspot.com

Correo: debajodelagua@gmail.com

Twitter: @corazontodito 

Posdata: Siguen los Lunes de Palique en la Casa Museo Manuel José Othón, más conocida como Museo Othoniano, bajo la dirección de la maestra Ana Neumann. Mañana, 27 de mayo, toca homenaje al escritor huasteco Alberto Enríquez, y estaremos por ahí leyendo y evocando al poeta, narrador, ensayista y maestro. La cita, como ya es costumbre, es a las 7:30.

Posdata 2: Sigo con la venta del poemario Memorias funambulistas no aptas para acrofóbicos, la novela La bruja guachichil, palabras para otra magia y el libro de cuentos Fuera de mí, eufemismos para ciertas locuras. Entrega a domicilio con todo y firma de su servidor y amigo.