Al parecer cree que la realidad es la que se equivoca, nunca él. Y si ya no va a cambiar, será preferible ubicar bien las cosas para actuar por otras vías. Incluyo aquí elementos que resumen un poco.
La responsabilidad de lo que ahora enfrentamos es de quienes en el pasado fallaron a partir de su corrupción y desatención, lo cual creó condiciones para que funcionara ese tercer intento por ganar la presidencia. Se habían generado agravios y hartazgos que propiciaron esto aun con una enorme ignorancia. Y no vamos a dejar de lado el precedente.
Entre tantos fracasos ha tenido éxitos que pueden verse como “fracasos fallidos”, al igual que sus derrotas serían “éxitos” frustrados. Sus logros más relevantes fueron los de haber ganado el DF (2000) y la última elección presidencial (2018), pero su desgracia definitiva habrá sido la presidencia.
Nunca aprendió de sus errores y hoy deberá interesarnos más el país, no él ni sus detalles (ropas, braguetas, gestos o tonos…). Sólo nos distraen de lo importante.
La nación ha estado tan mal a lo largo de tanto tiempo, que finalmente llegaron otros que resultaron incluso peores… ni siquiera son “dignos” o de izquierda. Representan el machismo populachero que se resiste al uso de cubrebocas o a reconocer el feminismo, aparte de que sus rencores hacen que vean todo como una demanda opositora (prianista o neoliberal).
Acaso debemos buscar un poco de sabiduría en los libros viejos, pero los hechos se precipitan y amontonan. El espectáculo con Lozoya produce denuncias sobre asuntos ya vencidos en los que, además, nada se podrá probar contra el expresidente Peña. Lo saben ellos, aunque les sirve como distracción y simulación de una lucha anticorrupción.
Se desnuda la pugna interna del gobierno de la llamada 4T, entre los ‘rudos’ o radicales del Gabinete y los colaboradores más ‘técnicos’ o moderados. Igual, cuenta con amigos extremistas que no están en el gobierno.
En vez de la realidad, este liderazgo prefiere atender agravios personales del pasado o cuidar su imagen actual y el escenario electoral del futuro inmediato. Claro, tiene que mentir ser optimista pero nunca va a arreglar lo de mayor prioridad aunque se mantenga en el poder.
Tantos errores se asocian a que el mandatario habla mucho y aparece en vivo con demasiada frecuencia, pero no son tan importantes y él sabe bien qué quiere y cómo aparentarlo. Sus infames políticas en materia de economía, salud o seguridad vienen de su ignorancia en temas bastante más complejos de lo que cree, así como de su necedad cuando no funcionan.
Miren, sin humillar ni provocar, es aconsejable llevarle un poco la corriente y aprovechar sus pésimos resultados para acercarnos a cierto control de la situación, aun con dificultades. No es un asunto de fe ni de anticomunismo, sino de ir a fondo y con firmeza dentro de la Ley.
* ALGUNAS FRASES CAEN MUY bien ante lo que ha venido sucediendo.
En las redes esto nos llamó la atención a muchos: ‘Tan mal lo hicieron los anteriores… que ganó AMLO. Tan mal lo está haciendo AMLO… que ya se extraña a los anteriores. ¡Pobre país!’ (Ojo, no se trata de defender el pasado, ni de cambiar el presente o ignorar el futuro).
Para los fervorosos antiliberales: ‘El mercado no es un invento del capitalismo, siempre ha existido. Es un invento de la civilización’ (Mikhail Gorbachov).
Para los que aún son lopezobradoristas: ‘Defiende tu derecho a pensar, pues incluso pensar de manera errónea es mejor que no pensar’ (Hipatia de Alejandría).
Para quienes intentan dialogar con los feligreses más dogmáticos de un Mesías: ‘No puedes convencer a un creyente de nada porque sus creencias no están basadas en evidencia, sino en una enraizada necesidad de creer’ (Carl Sagan).
Para cualquier analista o gobernante: ‘La crítica al poder es muy relevante y el reconocimiento también es necesario’ (Sólo que nos den razones para lo segundo).
* ESTE MIÉRCOLES 19 HABRÁ en San Luis Potosí una importante reunión de los 32 gobernadores con el presidente López Obrador.
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