¿Dónde está Daniela?
“Las sirenas cantan en los abismos del mar,
sus voces tejen sueños que arrastran corazones
a lo profundo, en susurros de espuma y sal”
Homero (La Odisea).
En la semana próxima se cumplirá un mes de la desaparición de la pintora potosina Daniela Martell Orozco, y aunque, ciertamente, han existido avances en la investigación por parte de las autoridades, aún con certeza no se sabe en dónde está Daniela (los teléfonos de las autoridades para cualquier información sobre su paradero son 4442040413 y 4448113039).
También el próximo domingo 2 de febrero, Día de la Candelaria, Daniela cumplirá 45 años de edad, es su onomástico, razón por la cual que, quisiera traer a colación una reseña que hice de su última exposición en la Secretaría de Cultura (2024), de quién he sido su abogado, su amigo, e incluso he adquirido un par de sus obras, las que me parecen excepcionales:
[“”] Este mes en la Secretaría de Cultura SLP se lleva la exposición “Sirenas”, de Daniela Martell Orozco; la cual es una manifestación artística profundamente conectada con la niñez, los sueños y las vivencias personales de la pintora.
Con más de 30 obras, la muestra revela una variedad de estilos, colores y figuras, donde las sirenas, aunque sólo son protagonistas en cinco de las piezas, representan el eje central de la fantasía y la magia que ha influido en la autora desde su infancia.
Para la artista, las sirenas son figuras mágicas, capaces de atraer y cautivar a quienes las observan, no solo por su canto, como en los mitos, sino por los vibrantes colores y formas que cobran vida en el lienzo.
Estas obras invitan al espectador a sumergirse en un mundo surrealista, lleno de simbolismo y profundidad emocional.
El lienzo en blanco se transforma poco a poco en un universo visual donde se mezclan los recuerdos de su niñez, las figuras femeninas que marcaron su vida y los sueños que siempre la han acompañado.
A través de estas imágenes, la artista expresa no solo su amor por la pintura, sino también sus vivencias personales, como la conexión con sus hermanas y su madre, quienes han influido en su vida y su arte. La obra de la artista, marcada por una fuerte conexión con su infancia y la magia de las sirenas, es también una forma de sanación personal. Tras la pérdida de un ser querido, encontró en la pintura una terapia para procesar el dolor.
Esta experiencia no solo le permitió descubrir su pasión por el arte, sino que también le brindó un espacio para canalizar sus emociones y dar vida a un mundo lleno de color, magia y recuerdos.
En definitiva, “Sirenas” es una invitación a explorar lo fantástico, lo personal y lo emotivo a través del lente de una artista profundamente conectada con su propio universo interior [“”].
No quisiera cerrar estas líneas de mi espacio editorial, sin agradecer las gestiones de la Juez Vanessa Odet Mejía García. Las y los espero con el gusto de siempre el próximo viernes.
carloshernandezyabogados@gmail.com
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