El rencor de los cuervos
Un artículo publicado recientemente en el New York Times ha documentado un buen número de casos en los que personas han sido acosadas por cuervos. Sí, por cuervos, esas aves negras de fuertes lazos con la literatura de Edgar Allan Poe y el cine de Alfred Hitchcock. En los casos reportados por el diario, las personas acosadas tuvieron algún encuentro que les hizo actuar desagradablemente con las aves negras, como por ejemplo espantarlos con instrumentos de jardinería o tumbar árboles donde se posaban. A partir de ahí, esas personas experimentaron episodios donde las aves, al mas puro estilo de la película de 1963, les picoteaban las ventanas de su casa, llegando incluso a romper vidrios, o bien, les perseguían por la calle graznando, aterrizando en sus cabezas, o de plano picoteándolos.
John Marzluff, de la Universidad de Washington ha estudiado a estas aves por décadas. Para probar su inteligencia, condujo un experimento en el año 2006, consistente en ponerse una máscara de ogro y salir a un espacio abierto del campus, donde capturó a siete cuervos con una red. Luego los dejaron ir. Una vez hecho esto, durante varios años alguien del equipo se ponía la misma máscara y salía a campus. En todas las ocasiones los cuervos comenzaban a graznar, o a volar de manera amenazadora. Lo mismo sucedió los siguientes diecisiete años, hasta que, recientemente, el Dr. Marzluff salió con la máscara y los cuervos lo ignoraron. Así, se concluyó que los cuervos guardan rencor por 17 años y que éstos lo transmiten a la parvada, quien no perdona ni olvida.
El rencor de los cuervos es largo y es también colectivo, muchas veces justificado. Sin embargo, ¿alcanzará algún beneficio para la parvada o para el cuervo ofendido? ¿sentirán placer los cuervos al andar picoteando hasta romper los vidrios de la casa de quien los agredió voluntaria o involuntariamente? ¿existirá el concepto de venganza entre los cuervos, o es simplemente un instinto de supervivencia lo que los hace atacar a quien los atacó? ¿qué motiva a los cuervos a conservar el rencor?
El resentimiento de los cuervos se parece al de los humanos. A veces, como ellos, repetimos palabras que alguien más dice, aunque no logremos entender qué significan. Otras, cargamos con rencores por décadas e incluso heredamos ofensas que ni siquiera fueron nuestras, pero que a fuerza de costumbre sentimos como propias. No estoy segura de que los cuervos ganen algo con sus rencores. Tampoco estoy segura de que nosotros lo hagamos.
