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Extinción del Lobo Mexicano

Por Adolfo González Díaz Infante

Octubre 16, 2021 03:00 a.m.

En México existen 4 especies silvestres de la familia CANIDAE, es decir de la misma familia que el perro doméstico (Canis Familiaris); Lobo Mexicano (Canis Lupus), Coyote (Canis Latrans) y las Zorras (Urocyon Cinereoargentus y Vulpes Macrotis). En este caso estudiaremos al LOBO MEXICANO y su proceso de EXTINCIÓN DE LA VIDA SILVESTRE.

Con la llegada de los españoles y la conquista de nuestro país también llegó el ganado vacuno, caprino y las ovejas, que se convirtieron rápidamente en las presas favoritas de los lobos. Su distribución original se extendía desde las planicies templadas de Sonora, Arizona, Nuevo México, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas en el norte, hasta Michoacán y Puebla en el sur. Y siempre fueron cazados y exterminados durante más de cuatro siglos hasta que en los años 50s quedaban sólo algunos especímenes en las altas sierras de Chihuahua, Sonora y en el sur los últimos especímenes en Guanajuato y oeste de San Luis Potosí. 

Los métodos de exterminio fueron muy variados, desde Perros Mastines traídos para tal efecto desde León, España, trampas de fosos como las utilizadas en esa misma zona de España, después con armas de fuego que aumentaron la letalidad y ya en el siglo XX los venenos, que son los que más daños causaron a los lobos y a la fauna en general, ya que matan indiscriminadamente. 

Tenemos que entender que los lobos tenían menos comida natural, ya que nosotros mismos matábamos las presas naturales de él, como son venados, jabalíes, borregos salvajes, conejos, etc, lo cual los obliga a cazar nuestro ganado. Esta es la triste historia de la extinción en vida salvaje de esta especie endémica mexicana, que redunda en que hoy tengamos carne en nuestras mesas a cualquier costo ecológico. Aunque el desequilibrio ecológico más fuerte es cuando desaparecen los llamados DEPREDADORES ALFA como el lobo, ya que genera que toda la cadena alimenticia de la naturaleza se vea afectada negativamente y empiecen a extinguirse las demás especies bien por enfermedades, sobrepoblación, etc.

Al ser extirpados por nosotros de la naturaleza en los años 60s, sólo quedaron algunos ejemplares en zoológicos de México (Zacango y Aragón en CDMX y en algún zoológico de Sonora) y de Estados Unidos (Arizona y Chicago) y ninguno en libertad en todo el país.

En los años 90s se quiso iniciar una reintroducción en el norte de México y empezar algunos criaderos en diferentes partes del país. Nosotros en lo personal tratamos de ser parte de dicho proyecto. En el año de 1992 en Rancho Las Guacamayas en San Nicolás Tolentino, S.L.P. se nos asignó un macho proveniente de zoológico de Aragón y una hembra proveniente de zoológico de Chicago, ambos jamás llegaron a su destino ante el mar de burocracia de SEMARNAT y no seguimos adelante; sin embargo, cuatro años después nos llegó de nuevo una invitación a reintroducir el Lobo Mexicano, iniciando dicho proceso en el Hotel Nikko de la CDMX. Por supuesto que ya no fuimos y así permaneció el programa durante muchos años. O sea que nuevamente nuestros gobiernos federales de diferentes partidos no hicieron absolutamente nada con un resultado real. Tal vez teórico sí.

Hoy en 2021 se anuncia con orgullo por parte de CONANP (Comisión Nacional de Áreas Protegidas) que se liberará la manda número 17, que consta de 4 ejemplares, para celebrar el X aniversario de lo que ellos llaman UN EXITOSO PROGRAMA, del que se dice que han nacido 14 camadas en libertad y que hay una población de entre 40 y 45 ejemplares. Mas no tenemos información verídica de dónde están estos ejemplares, sólo que es en la Sierra Madre Occidental. Para darnos una idea de las complicaciones de este programa, en 2011 que se liberaron los primeros 5 ejemplares y murieron envenenados cuatro de ellos en Sonora. Con la tecnología actual, si el programa es real, se puede dar seguimiento a la manada por collares satelitales y otros métodos de telemetría. Sería bueno que se dé a conocer más información sobre esta posible reintroducción, ya que tenemos serias dudas que sea una realidad. Los números no dan. Si llevan 17 liberaciones de 5 ejemplares promedio debíamos de tener una población mucho mayor de los 40 ó 45 ejemplares que se mencionan. Trataremos de dar seguimiento con Semarnat y Profepa a este asunto. Para todo se necesita dinero y el gobierno federal cada vez les restringe más el presupuesto.