Familia y escuela Capítulo 143: Reiniciar

Dar vueltas y vueltas en círculos, aparte de ser tremendamente aburrido por tener siempre las mismas expectativas, panoramas y escenarios, provoca el que tengamos aprendizajes probablemente más especializados sobre un mismo aspecto, pero también nos muestra nuestros límites y nos enmarca en el mismo terreno con el mismo muro, sin la posibilidad de siquiera asomarnos a apreciar detrás de él.

El terminar un ciclo, uno de esos que son aceptados social y culturalmente por todos los que coexistimos en estas sociedades y que compartimos en tiempo y espacio, nos muestra que al finalizarlo, irremediablemente tenemos que iniciar con un nuevo comienzo, pero que si lo hacemos de la misma forma que como lo terminamos, se vuelve circular, idéntico, “especializado”, tedioso y hasta poco alentador.

Parte de las enseñanzas que desde familias, escuelas y todas las actividaes sociales debiéramos fomentar, lo son sin duda el que mostremos el camino de reinicio, pero de forma tal que se convierta en algo más que un círculo y en su lugar, se aprecie siempre como una nueva oportunidad, como otra opción de emprender algo nuevo o al menos diferente a lo que siempre se ha venido realizando, una renovación y amplitud de horizontes y metas.

El reinicio de la vida cotidiana, ahora desde esta perspectiva, nos hace parecer optimistas hacia el porvenir y con una mayor, mejor y renovada energía que nutre nuestros esfuerzos por seguir adelante en todas nuestras actividades.

Un ciclo terminó, 365 días y algunas horas más, anotadas para el calendario cristiano como el año 2022 y ahora, a reiniciar el conteo perteneciente al año 2023, ¿de manera circular?

Debemos fomentar el que los reinicios son más que un final y se presentan como una oportunidad para restaurar las acciones que hicimos regular, deficiente o de plano de la peor manera; o para mejorar y realizar de forma excelente lo que hicimos bien; o, como esa ventana que abrimos en el muro y nos permite asomarnos y vislumbrar otros panoramas, personas, proyectos y espacios por ocupar y que nos muestran el nuevo camino a seguir.

Además, es esa pausa necesaria que nos hace voltear momentáneamente hacia atrás y ver, recordar y seguir amando a los seres que se separaron en el camino, bien sea por una distancia física en este mundo o, por esa ausencia vital que provoca su caminar “hacia la luz” en otro plano de nuestros destinos; reconociendo ahora, que siempre fueron y serán parte importante de nuestro nuevo comienzo.

Culmina un año y reiniciamos con el siguiente y aunque esos momentos de transición se llenan de proyectos, algunos utópicos, no cabe duda que dotan de esa esperanza que es vital y necesaria en todos los seres humanos y que forma parte de un aprendizaje que enfila sus conocimientos y experiencias para avanzar hacia territorios diferentes, en lugar de seguir haciendo surcos por el mismo camino circular.

“…a partir de hoy me alimento de manera saludable, dejo de beber y fumar y ahora sí hago ejercicio” “…voy a emprender ese negocio que siempre quise” “…estoy lista para ser mamá, quiero un hijo o hija” “…Este año es el mío y salgo porque salgo, ahora sí encuentro la pareja de mi vida”.

Cada reinicio debe fomentarse, desde el sentido que proponemos, de manera diferente en cada día, cada persona y actividad, es decir, no hay una sola manera de llevarlo a cabo, sino tantas como cada contexto que se vive y se experimenta, de la forma y estilo que en cada quien se practique.

Al día siguiente, a reiniciar: los profesionistas, técnicos y empleados a emprender mejoras en su trabajo; los que laboran en oficios, artesanos, comerciantes establecidos y ambulantes a renovar su creatividad en productos y servicios; los servidores públicos como policías, militares y políticos, a ratificar la importancia de su labor y recobrar la confianza perdida en una buena parte de la población; las madres y colectivos buscadores de desaparecidos a renovar la esperanza de encontrarlos en un nuevo terreno.

Por su parte, a retomar otra nueva oportunidad por los padres y madres de familia, maestros y maestras, para formar en sus hijos y en sus alumnos la importancia que tiene cada reinicio de ciclo, para su crecimiento y desarrollo.

Entonces, a reiniciar…

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