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Hundimientos urbanos

Por Alfonso Lastras Martínez

Abril 28, 2024 03:00 a.m.

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¿Cuánto pesa una ciudad? Es decir, ¿cuál es el peso total de sus edificios y construcciones? En un artículo publicado en enero de 2021 en la revista “Advancing Earth and Space Sciences”, Tom Parsons, del U.S. Geological Survey nos da una respuesta, relativa al área de la bahía de San Francisco, California. De acuerdo con Parsons, tomando en cuenta solamente los edificios y no las obras de infraestructura, San Francisco pesa 1,600 millones de toneladas.

Si bien el trabajo que hay que realizar para calcular el peso de una ciudad parecería ocioso, hay que considerar que, según los especialistas, en el año 2050 el 70 por ciento de la población del planeta vivirá en ciudades, lo que implica que crecerá sustancialmente el volumen de construcciones urbanas. Si el piso fuera “firme como una roca”, no habría problemas en colocarle encima todo el peso que quisiéramos. Desafortunadamente, sabemos que esto no es necesariamente cierto y que muchas ciudades en el mundo se están hundiendo lentamente, por lo que cabe preguntarse si el peso de sus edificios juega algún papel en este sentido.

Consideremos a las ciudades chinas, repletas de rascacielos. Según los expertos, el peso de los edificios urbanos es uno de los factores que contribuye al hundimiento del suelo. Otro factor es la extracción de agua subterránea para satisfacer las necesidades de agua potable de la población. De un modo u otro, para evaluar la gravedad del problema es necesario conocer la velocidad con la que se están hundiendo las ciudades chinas, y este es precisamente el tópico de un artículo aparecido el pasado 19 de abril en la revista “Science”, publicado por un grupo de investigadores encabezado por Zurui Ao de la South China Normal University.  

Ao y colaboradores midieron el hundimiento del suelo de las mayores ciudades chinas a lo largo de los años 2015 a 2022. Específicamente, consideraron 82 ciudades que incluyen al 74 por ciento de la población urbana de China. Para su investigación, hicieron uso de una técnica conocida como “Interferometría de Radar de Apertura Sintética”, que permite medir movimientos verticales del suelo de unos pocos milímetros, desde un satélite a cientos de kilómetros sobre la superficie de la Tierra. La técnica, además, permite observar áreas extensas de terreno con un gran detalle.

Encontraron que, de las áreas urbanas investigadas, el 45 por ciento se está hundiendo a una velocidad mayor a 3 milímetros por año, mientras que el 16 por ciento lo está haciendo a una velocidad mayor a 10 milímetros por año. Esto afecta a un 29 por ciento y a un 7 por ciento de la población urbana, de manera respectiva. De acuerdo con los autores: “El hundimiento parece estar asociado a varios factores, tales como la extracción del agua subterránea y el peso de los edificios”. 

Dado el tamaño de la población de China, los anteriores números resultan impactantes. En efecto, como hacen notar Ao y colaboradores, si sus resultados se escalan a toda la población urbana de China, 270 millones de personas están viviendo en un área que se hunde a una velocidad mayor a 3 milímetros por año, lo que representa un tercio de la población de Europa. Igualmente, 67 millones de personas en China están afectados por un hundimiento del terreno mayor a los 10 milímetros por año, equivalente a la población total de Francia.

Además de estar afectadas por el hundimiento del terreno, las ciudades costeras en China están amenazadas de inundación por el calentamiento global, que está elevando el nivel del mar por la fusión del hielo polar y por la expansión del agua de los océanos. En estas circunstancias, los autores consideran que en 2120 habrá un alto riesgo de inundaciones en ciudades costeras, a menos que se tomen medidas como la construcción de diques de protección.

Como estrategia para mitigar el hundimiento del terreno, Ao y colaboradores proponen que la clave para abordar el hundimiento de las ciudades de China podría estar en el control sostenido y a largo plazo de la extracción de aguas subterráneas. En ese sentido, hacen notar que el control de la extracción de agua a largo plazo ha logrado estabilizar el hundimiento en Tokio y Osaka en Japón, al mismo tiempo que un control incompleto y a corto plazo ha demostrado ser inefectivo, como lo ejemplifica la experiencia de Querétaro.

Los hundimientos de terreno se dan en ciudades de todo el mundo y México no es la excepción. En particular, no lo es nuestra ciudad, que muestra signos de hundimiento en varias zonas. Podíamos quizá descartar que dicho hundimiento sea debido al peso de los edificios urbanos, que no son particularmente masivos. Así, como causa más probable, podemos pensar en la extracción del agua subterránea.