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Inclusión y crecimiento económico

Por Colaboradores

Julio 01, 2024 03:00 a.m.

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El sábado se llevó a cabo la marcha del orgullo LGBTQ+ en la Ciudad de México y probablemente otros lugares del mundo. Todavía bien entrado el siglo XXI sigue habiendo manifestaciones contra esta comunidad. La discriminación contra esta y otras minorías es una realidad y, si queremos combatirla, vale más primero reconocerla. Existen diferentes razones para hacerlo: los miembros de esta comunidad, simpatizantes, familiares y amigos se cuentan por millones. Se trata de un mercado nada despreciable. Igualmente se trata de millones de votos, que perfectamente podrían inclinar la balanza en las contiendas electorales. Por último, la Responsabilidad Social Empresarial se está moviendo hacia ese rumbo. Vale más subirnos a dicho tren.

Desde que la Historia se escribe, han existido minorías. También han existido oprimidos dentro de los propios oprimidos. Personas con defectos de nacimiento, o que por accidente perdieron alguna extremidad o movilidad de su cuerpo, también por tener creencias o preferencias sexuales distintas al común de la sociedad. Probablemente las primeras excluidas fueron las mujeres, a quienes durante siglos se les negó el derecho a la educación y al voto. Hubo notorias excepciones que demostraron el error histórico que cometimos al excluirlas de la educación y la toma de decisiones.

Los homosexuales también han sido históricamente rechazados y relegados. De igual modo, ejemplos notorios, como Oscar Wilde, Von Newman y, contemporáneamente, Yuval Noa? Harari, autor de “De animales a Dioses”, muestran que la capacidad y la inteligencia no saben de preferencias sexuales. Como sociedad cometemos un error muy grande al excluir de los procesos productivos y educativos a quienes tienen mucho que aportar.

En el mundo corporativo las cosas también están cambiando. El moderno concepto de responsabilidad social incluye no sólo la protección al medio ambiente, sino la inclusión en todas sus formas y especies. El propio Banco Mundial está tomando muy en serio el tema, de modo que parte de sus actividades se enfocan en la inclusión de las minorías, incluidas las de esta comunidad. La Bolsa Mexicana de Valores también está haciendo su parte, de modo tal que se encuentra entre las empresas mexicanas que fomentan la inclusión de este gran grupo de personas. Definitivamente la Responsabilidad Social Empresarial debe incorporar la inclusión de minorías incluida la comunidad LGBTQ+.

Algo que se observa en las marchas es la cantidad de personas que apoyan algún movimiento o que por lo menos simpatizan con él, de hecho, cada vez es más frecuente que todos conozcamos a un amigo o familiar que pertenece a la comunidad. La marcha del día de ayer en la CDMX demostró que se trata de miles, tal vez cientos de miles y hasta millones, de potenciales consumidores. Los vendedores ambulantes se dieron cuenta y no se desaprovechó la oportunidad para vender líquidos como agua o cerveza, también alimentos y otro tipo de artículos referentes a la marcha, como banderines o coronas. Todas las empresas del país deberían reconocer el potencial de consumo de esta comunidad, pero no sólo eso: el potencial talento humano que no se está contratando. En pocas palabras, existen razones económicas para ser inclusivos.

En la marcha abundaron los jóvenes. No necesariamente pertenecientes a esta comunidad sino simpatizantes, familiares o amigos. Es cuestión de tiempo para que las generaciones jóvenes tomen decisiones en las familias, empresas y Gobiernos. Celebro que pronto el país tendrá a líderes con mayor tolerancia a la diversidad sexual y a las minorías.

(Docente de la maestría en Economía)