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La caza de ballenas sigue orquestada desde el primer mundo y países ricos

Por Adolfo González Díaz Infante

Julio 27, 2024 03:00 a.m.

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Hace apenas 4 artículos tratamos el ECOCIDIO provocado principalmente por el BARCO JAPONÉS BALLENERO más moderno del mundo, que emplea toda su tecnología y SUBSIDIOS GUBERNAMENTALES y por lo tanto la complicidad del pueblo japonés para revivir las matanzas de ballenas que al parecer ya habíamos superado los HOMO SAPIENS, como especie dominante del planeta. Pues esta semana, un país que es también del AUTOLLAMADO PRIMER MUNDO, como lo es DINAMARCA, y que nuestro presidente AMLO ha puesto de moda como objetivo fallido de su política de salud, en alianza con JAPÓN nos siguen demostrando nuestra teoría de que el grado de culpabilidad de nuestro desastre ambiental mundial es en RELACIÓN DIRECTA CON SU POSICIÓN ECONÓMICA en el mundo en general o en la sociedad en lo particular.

Pues hace pocos días ambas naciones, en complicidad, cometieron un atropello al detener en GROENLANDIA -que es territorio DANÉS- al activista PAUL WATSON, quien es ciudadano CANADIENSE-AMERICANO y director de la SEA SHEPHERD CONSERVATION SOCIETY, que lleva acciones en altamar contra toda clase de balleneros de cualquier país del mundo, y que se da a conocer por medio de un reality show llamado WHALE WARS.

Su detención fue al atracar su barco para reabastecimiento en NUUK, que es la capital de Groenlandia, y fue presentado en una corte distrital, esposado como un delincuente común, donde se le imputaron delitos, muchos de ellos inventados o sembrados AL MÁS PURO ESTILO MEXICANO, pero en Dinamarca (queremos su política de salud y ellos quieren nuestros métodos policiacos). Acto seguido en esta trama EL GOBIERNO JAPONÉS solicitó su extradición a JAPÓN para ser juzgado allá por delitos inventados, también al más puro estilo mexicano.

La realidad es que estaba en proceso de iniciar una campaña en el PACÍFICO NORTE, estorbando y documentando la MATANZA DE BALLENAS por los buques JAPONESES, y esa es la única realidad. Veremos si no acaba como JULIAN ASSANGE, encarcelado o refugiado en embajadas, en este caso solo por difundir la verdad a través de los famosos WIKILEAKS.

No es la primera vez que detienen a Paul Watson, ya en el año de 2012 fue apresado en ALEMANIA, otro país supuestamente civilizado al lado de nosotros, para ser extraditado a Costa Rica, pero violó una libertad bajo fianza al enterarse que no iría a Costa Rica sino a Japón. Desde entonces ha vivido en Francia y EU, siempre con la amenaza de detención, como acaba de suceder. Siempre ha sostenido su opinión sobre la flota japonesa: “Es un enemigo asesino desprovisto de compasión y empatía, empeñado en destruir LOS SERES MÁS INTELIGENTES Y CONCIENTES DE SÍ MISMOS QUE EXISTEN EN EL MAR”.

Las lecciones que recibimos de este hecho son dos; primero la BUENA: Siempre existirán personas como Paul que nos enseñan, mandan mensajes y actúan en favor del planeta, de la fauna, la flora etc., y por lo tanto en favor de toda la humanidad, incluidos sus enemigos, en este caso DANESES Y JAPONESES. Después la MALA: En los países ricos y supuestamente más educados sigue prevaleciendo la ECONOMÍA SOBRE LA ECOLOGÍA, en este caso intervienen JAPÓN, DINAMARCA y ALEMANIA, en una clara complicidad o como llamamos hoy en México “COMPLOT” para meter a su orden mundial a personas interesadas en cuidarnos a todos. Es momento de que los mexicanos hagamos a un lado ese criterio de pensar que en Europa y Norteamérica las cosas se hacen bien, la realidad es ésta: no importan los medios, las mentiras, las fuerzas de los estados, etc. para meter en cintura a gente como Paul Watson, que son verdaderos héroes que arriesgan y en no pocos casos pierden sus vidas como CHICO MENDES en Brasil y tantos más ambientalistas que han sido detenidos y asesinados en el planeta y no pocos en México. TODOS SOMOS HOMO SAPIENS, desde el más rico hasta el más pobre, desde el sabio hasta el ignorante, desde el más bonito hasta el más feo. Al final todos vamos en la misma nave, que algunos se empeñan en estrellar como en este caso el CARTEL JAPÓN—DINAMARCA.