La educación superior en México: desafíos y tendencias
Plan México busca impulsar el desarrollo económico y social a través de la educación
El desarrollo de México depende, en gran medida, de su competitividad, y para ser competitivos se necesita de un sistema educativo sólido. La educación superior se ha convertido en un motor de crecimiento y progreso para transformar el rumbo del país. El Plan México es una estrategia del Gobierno Federal para impulsar el desarrollo económico y social del país, y sus objetivos incluyen atraer inversión nacional y extranjera, generar empleo e impulsar al sector empresarial. Y para sostenerlo, es necesario contar con el talento necesario, por lo que, 13 metas de este plan se centran en incrementar anualmente en 150 mil profesionistas y técnicos adicionales a los 777 mil profesionistas que actualmente se generan, lo que representa un incremento del 19.3%.
Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), nuestro país ocupa el último lugar entre sus miembros respecto a la proporción de jóvenes inscritos en educación superior, de cada 100 niños entre 5 y 6 años, el 27% logra completar una licenciatura, mientras que la cobertura en educación superior alcanza un 35% de jóvenes matriculados. Según datos del INEGI 2025, la matrícula escolar en nivel superior en el ciclo escolar 2023/2024 fue de 4,051,691 alumnos, registrando un incremento del 0.47% respecto al ciclo escolar anterior. En San Luis Potosí, se alcanzó una matrícula de 78,564 estudiantes en el ciclo escolar 2023/2024, lo que representó un 1.9% de la matrícula total en México, aunque se observó un decremento de 1.2% en la matrícula respecto al ciclo escolar anterior. La tasa de abandono escolar de nivel superior a nivel nacional es de 10.8%, en San Luis Potosí es de 3.3%.
La educación superior en México enfrenta importantes desafíos, como son la disponibilidad, accesibilidad e igualdad en la oferta de servicios educativos, la brecha entre instituciones educativas urbanas y rurales, la escasa diversificación en la elección de carreras, y la escasez de talento calificado acorde a las habilidades más demandadas por el mercado laboral. De acuerdo al estudio que realizó Compara Carreras 2024, las decisiones de carrera no han cambiado en la última década; las cinco carreras más populares son Administración de Empresas, Ingeniería Industrial, Derecho, Negocios y Comercio y Enfermería. Esto nos indica, que los jóvenes no están optando por las nuevas tendencias y habilidades que demanda el mercado laboral, como son aplicaciones digitales, análisis de datos masivos, inteligencia artificial y ciberseguridad.
Otro desafío al que se enfrentan las instituciones de educación superior públicas, es la dependencia del financiamiento gubernamental, de modo que, un ejercicio responsable y transparente del presupuesto y la diversificación en sus fuentes de ingresos, garantizará su óptimo desarrollo y calidad académica. El desafío tecnológico también genera incertidumbre acerca de cómo ofrecer experiencias relevantes para el aprendizaje de los estudiantes sin poner en riesgo a la integridad de la planta docente.
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¿Cómo hacer frente a estos desafíos de la educación superior en México? No hay solución fácil o única, lo que sí es necesaria, es una colaboración conjunta entre gobierno, universidades y sector empresarial con el fin de cerrar las brechas de habilidades y accesibilidad y crear un entorno educativo inclusivo y adaptable al contexto global. Algunas tendencias que considero relevantes para consolidar la educación superior en México son: fortalecer nuevos enfoques interdisciplinarios, buscar una continua especialización, flexibilidad y conexión con la realidad global, adoptar a la sostenibilidad para dar solución a los retos ambientales globales, fomentar el emprendimiento con enfoque a la tecnología y la gestión de la cadena de suministro, ofrecer micro cursos para la certificación de habilidades digitales, fomentar una conciencia ética y global, atender el bienestar emocional de los estudiantes y fomentar que los jóvenes elijan carreras que mejoren su empleabilidad.
No hay duda de que la educación superior en México es un motor de desarrollo y bienestar en una sociedad. Asumir un compromiso genuino con los jóvenes, podrá garantizar un futuro más justo, sostenible y próspero ante un mundo en rápida evolución.
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