La lucha por el poder borra ideologías
Los últimos siete días han sido cruciales para la estructura institucional del mundo. En esta era, los cambios son graduales y, aunque están libres de violencia física o guerras, no están exentos de agresiones verbales. Los hitos históricos que estamos viviendo son determinantes.
El #Blindspot de la semana está en comprender la trascendencia de los cambios institucionales en el sistema de justicia y los órganos autónomos que se viven en México a iniciativa del presidente López Obrador en el Congreso, al tiempo que dimensionamos lo que sucede en el mundo.
Primer hito. Más allá de lo obvio, dos cosas debemos observar de Venezuela. Ante el debilitamiento de organizaciones globales como la Organización de Estados Americanos (OEA), destaca la estrategia de la oposición venezolana para visibilizar la operación electoral de Maduro. En la arena pública global, hoy tiene más peso la voz de María Corina que la de la OEA.
Además, es la primera vez que un poder económico con una fortuna privada mayor al PIB de muchos países se comporta públicamente como un Estado. Un ejemplo de esto es Elon Musk, quien utiliza las redes sociales para confrontar a Nicolás Maduro en el contexto del proceso electoral, tal como lo hacen jefes de Estado como Gabriel Boric.
Segundo hito. En este espacio hablamos en su momento de cómo la irrupción de Ecuador en la embajada de México en otros tiempos hubiese sido motivo de guerra. Ahora, con el #ZambadaChapitosGate nos ofendemos ante la posibilidad de que Estados Unidos haya organizado la detención o secuestro (como lo argumentan sus abogados), mientras en silencio algunos rezan para que intervenga en las reformas institucionales ahora transitando por el Congreso. ¿Es lo mismo pero no es igual?
Dejemos de soñar, ni el Estado era lo que fue, y los países poderosos y promotores de la libertad dejaron la hipocresía de argumentar que su lucha era la democracia, ahora lo hacen abiertamente por intereses geoeconómicos.
Tercer hito. En medio de esta crisis institucional global, Estados Unidos, el país de las libertades, cuestiona en voz del presidente Joe Biden a su sistema judicial: “En los últimos años, las opiniones extremas que ha emitido la Corte Suprema han socavado principios y protecciones de derechos civiles largamente establecidos.”
Y agregó, “Estos escándalos que involucran a los jueces han hecho que la opinión pública cuestione la imparcialidad e independencia del tribunal, cualidades esenciales para cumplir fielmente con su misión. El código de ética actual de la Corte Suprema es débil y, aún más preocupante, voluntario.” Su discurso es fácilmente aplicable a nuestro país en donde una tesis es plagio dependiendo de quien la escribió.
En México de esto se habla poco, pero sorprende la visión de un hombre que hasta ahora se había comportado como persona de Estado, Ricardo Monreal, que limita este histórico hecho a la coyuntura de nuestro país minimizando el hecho para concluir que la diferencia está en que López Obrador tiene la mayoría en el Congreso y Biden no. Así no Ricardo, no era tu estilo y no es el tipo de líder que necesita México en este tiempo de cambios locales
y globales.
El verdadero reto global es que no se visualizan liderazgos que contribuyan a unificar acciones para que a pesar de los cambios institucionales necesarios, la libertad siga siendo el eje de la lucha política.
@osandovalsaenz
no te pierdas estas noticias