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Litio, ecología- economía y política

Por Adolfo González Díaz Infante

Abril 23, 2022 03:00 a.m.

A

El litio es el tercer elemento en la tabla periódica de los elementos. Es el metal más ligero que existe, siempre está ligado a otras rocas o soluciones salinas ya que no puede existir solo en la naturaleza, por lo que su procesamiento metalúrgico es caro.

Las principales reservas mundiales de litio por país son las siguientes (en millones de toneladas): Bolivia 21, Argentina 19.3, Chile 9.6, EU 6.8, Australia 6.4, China 5.1, Canadá 2.9. Alemania 2.7 y México 1.7 en NOVENO LUGAR.

La importancia de este metal está en aumento, ya que es el material más utilizado ACTUALMENTE en la fabricación de baterías, con el 39 % del mercado mundial y al alza. Este aumento se verá acelerado en los próximos años por la utilización de baterías en los coches eléctricos del mundo, mercado que a su vez está en aumento alineado con los objetivos del TRATADO DE PARÍS para disminución de emisión de gases de efecto invernadero que están adoptando todas las armadoras de autos del mundo.

En nuestro país existe sólo una sola explotación de litio y está en el estado de SONORA y la opera una compañía CHINA. Sin embargo, existen yacimientos importantes en los estados de San Luis Potosí, Zacatecas, Baja California y la propia Sonora.

La desventaja de estas baterías de LITIO es que son caras por los elevados precios de los propios materiales como Níquel y Cobalto, que la forman además del Litio. Por lo anterior se están patentando nuevas opciones como son las baterías de Litio-Ferro Fosfato que ya se fabrican en China y ya superan en número a las de Litio colocadas en automóviles eléctricos fabricados en ese país. También se están fabricando baterías de ION-SODIO, que son más rápidas en su recarga que las de Litio. A la vez que se está experimentando con baterías de Grafeno. Como vemos, las baterías de litio tienen ya competencia y sustitutos más eficientes y económicos para su instalación en automóviles eléctricos en un futuro muy cercano.

Ecológicamente y ambientalmente, que es lo que nos interesa en esta columna y es el principal beneficio para el planeta y la humanidad, es que dejemos de emitir gases de invernadero que están modificando el clima, con las consecuencias ya estudiadas anteriormente en esta misma columna.

Hasta aquí el análisis ecológico y económico, ahora entraremos al aspecto POLÍTICO que está viviendo nuestro país y que se está manejando DEMAGÓGICAMENTE como LA NACIONALIZACIÓN DEL LITIO, que es un concepto totalmente engañoso ya que en nuestra Constitución se contempla en su artículo 27 que “EL DUEÑO DEL SUELO NO ES DUEÑO DEL SUBSUELO”, ya que este subsuelo es propiedad de la nación y sólo será explotado mediante concesiones que otorga el propio Estado Mexicano, o sea que el subsuelo -incluido el Litio- ya está nacionalizado desde 1917. Este manejo de hacernos creer que somos una potencia en producción de Litio y que, sin él, el mundo no se moverá, es totalmente errónea como lo acabamos de analizar. Al ser el noveno país en reservas del mundo, quiere decir que antes que nosotros por lo menos existirán 8 opciones iguales o mejores para adquirirlo en el mundo. Además de que se nos dice que se creará una empresa estatal para la explotación del mismo, lo cual nos hará totalmente incompetentes a nivel mundial y más temprano que tarde tendremos otra empresa estatal total y financieramente inviable como PEMEX. En tercer lugar, vemos que la opción para almacenar energía eléctrica en baterías para automóviles y otros usos no es sólo el litio, sino que por propios valores económicos y de eficiencia ya existen nuevas opciones en el mundo, más las nuevas que se están investigando. Por último, como lo hemos sostenido en esta columna, la solución total real a la contaminación por transporte no es el automóvil eléctrico sino el automóvil de hidrógeno, que es mucho menos dependiente de las baterías y que produce vapor de agua por el escape.

Por lo anterior, no nos enganchemos en una nueva discusión política por la explotación del LITIO, que tal vez incluso quede en mediano plazo fuera del mercado, por las nuevas tecnologías de almacenamiento de energía que están en desarrollo.