Mano dominante 2.0
Por Raúl Mercado Salazar, alumno de la Escuela de Negocios (LAET)
Cuando hablamos de una mano dominante Podemos decir que tiene 3 características principales: uno nos inspira confianza, dos nos dan seguridad al usarlas y tres son esenciales para todo tipo de tarea 24/7.
Según la página MedlinePlus, sitio oficial del gobierno de Estados Unidos, el porcentaje de gente que considera su mano derecha su extremidad dominante es entre el 85% y 90% en países occidentales hasta 2022.
Teniendo esto en cuenta es lógico porque a personas que nos evocan esas 3 emociones les llamamos nuestras “manos derechas”.
Piénsenlo por un momento nuestra cultura popular esta llena de protagonistas y sus manos derechas, ¿Qué sería de Han Solo sin Chewie, Batman sin Robin, Woody sin Buzz, Kobe sin Shaq? es difícil imaginar estos icónicos personajes uno sin el otro. Sus relaciones son como una simbiosis: 2 seres diferentes donde ambos se benefician de la relación generando una simbiosis envidiable.
Siguiendo ese hilo, a esas personas que son nuestras “manos derechas” además de inspirarnos los sentimientos previamente mencionados, juegan un papel crucial en superar nuestros límites, nos motivan, contamos con ellos sin duda y nos ayudan a enfrentar nuestros desafíos con más determinación
Esas personas vienen en todo tipo de presentación, pueden ser hermanos, amigos, colaboradores, maestros, etc. En mi caso mi mano derecha es mi hermano menor Daniel, él tiene todas esas características que mencione y curiosamente todos nuestros amigos en común, coinciden en esas características, tienen ese don de ser la mano derecha de todos.
La mano dominante es la encargada mayormente de hacer tareas como lavarse los dientes, servir agua o escribir mensajes. Pero ¿alguna vez han intentado hacer estas actividades con la mano no dominante?. Yo lo he intentado y los dos sentimientos que me provoca el hacer esto son desconfianza e inseguridad. Es doblemente raro, ya que domino plenamente estas actividades, pero con mi otra mano pareciera la primera vez que las hago.
En la mayoría de las situaciones que son lejos del área de confort, nuestras manos derechas son los primeros en los que pensamos en llamar. Alguna vez has tratado de ir de viaje a un lugar nuevo, emprender laboralmente o ir a una fiesta donde no conozcas a alguien, ¿pero sin esa persona de confianza? Yo sí y en mi opinión se evocan las mismas sensaciones como con la mano, desconfianza e inseguridad.
Bueno hoy les vengo a contar que llevo 2 años de mi vida viviendo sin mi mano derecha, y no me refiero a la mano con la que escribo, me refiero a mi hermano menor, Daniel. Les quiero compartir las lecciones que he aprendido en base a este duelo y como redefinio mi vida.
Para abordar este tema lo quiero hacer desde las 3 dimensiones en las que nos desarrollamos física, mental, espiritual y como se redefinieron. Empecemos por la física, esta se redefinio cuando me di cuenta que antes no valoraba la ausencia de las personas y eso no me permitía saborear las experiencias con ellos, yo daba por hecho que esos momentos se iban a repetir. Parece increíble, pero al final saber que las experiencias son finitas, nos dejan vivirlas más plenamente.
Es así como mentalmente cambie cuando vi la importancia de nuestra esencia, es decir, cualquier relación de cualquier tipo se redefine cuando se llena de la esencia que nosotros le ponemos. Puede ser un proyecto personal, una amistad, un evento, los que lo permeamos somos nosotros mismos.
Espiritualmente puedo decir que la lección que obtuve es que cuando ponemos nuestra esencia en a todo lo que hacemos trasciende las 3 dimensiones. Así es la relación con mi hermano, creía que la muerte era el final, pero hasta 2 años después de lo ocurrido, nuestro lazo es algo inexplicable que rebasa 3 dimensiones
Una frase que me redefinió en el tanatólogo fue “todo en la vida es una decisión por tomar”. Hable con tanatólogos, psicólogos, grupos, maestros, hasta me leyeron los ángeles y todo ellos tenían algo positivo por aportar, aunque fueran completamente en contra de mis creencias, pero era mi decisión tomar esos elementos positivos o no para mí.
Por eso es importante rodearnos de personas y elementos positivos que nos nutran. Es como un árbol, nuestro alrededor influye positiva y negativamente. Pero como humanos nos aplica la regla del 80/20 para cambiar situaciones de cualquier tipo necesitamos 80% voluntad y 20% oportunidades externas. Esto me lleva a otra frase que redefinio mi camino en este duelo. “el dolor es una invitación al cambio”. Es incomodo, injusto, doloroso, etc. Pero si aprendemos a encaminar esto, puede ser motivante. Inicie por hacer las cosas en honor a mí hermano y termine haciéndolo también por mí. Es como un saco de abono, está lleno de deshechos, pero bien usado sirve para crecer frutos.
Asi es como estoy viviendo la vida sin quitar el pie del acelerador con este evento que redefinió mi vida. Estoy por acabar mi carrera, hice una tedtalk (una meta de vida), y he conocido gente increíble. No sé qué pueda venir mañana, pero sé que tengo gas en el tanque y ganas de seguir ayudándome a mí y los demás, pero principalmente seguir redefiniendo mi vivida positivamente.
(Revisado por Dra. Mariana Cordova, profesora de la Escuela de Negocios)
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