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¿Mexicanos ilustrados?

Por Jorge Chessal Palau

Abril 29, 2024 03:00 a.m.

A

Se ha sabido que México no participará en la prueba PISA 2025, lo que no extraña dada la abierta enemistad que han manifestado López y los suyos contra el conocimiento. Ha quedado en claro que a los transformistas satisface el bajo nivel cultural de una gran parte de los mexicanos.

Por esta razón, no puedo dejar de lado un texto breve de Immanuel Kant titulado “¿Qué es la Ilustración?” publicado en mil setecientos ochenta y cuatro. Esta obra contiene una serie de conceptos que, por sí mismos dan cuenta de lo grave que es el embate presidencial, por aviesas intenciones, en contra del saber y la educación.

En el ensayo de Kant, podemos leer en el primer párrafo: “La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de ella sin la tutela de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón!: he aquí el lema de la ilustración.”

Kant comienza definiendo la Ilustración como un proceso de liberación. La “incapacidad” de la que habla se refiere a la falta de habilidad o la imposibilidad de pensar por sí mismo. El filósofo la considera “culpable” porque no es el resultado de una falta de inteligencia, sino de una falta de coraje o decisión de pensar de manera independiente.

No es que las personas no puedan pensar, sino que no lo hacen sin que alguien más les guíe. Por eso, los cuatroteros han querido eliminar el pensamiento crítico, la reflexión, la educación y la cultura que fomente la indagación de respuestas; le gusta al gobierno actual la obediencia ciega de los votantes, con el pastoreo de sus cómplices que conducen voluntades que no se atreven a la reflexión, ya por temor, o por simple y llana comodidad. Siempre sirve dar dádivas que compren la pereza.

Desde su ascenso al poder, López Obrador prometió una transformación radical que erradicaría la corrupción y disminuiría la desigualdad. Aunque su retórica sugería un despertar ilustrado, las acciones de su gobierno sugieren lo contrario. La centralización del poder en el ejecutivo es una de las más claras violaciones de los principios de la Ilustración. En el texto en comento, Kant considera a la autonomía y la libertad de pensamiento como pilares de la sociedad ilustrada.

Nada más lejano en México. La erosión de la autonomía de instituciones clave como el Instituto Nacional Electoral y la Suprema Corte de Justicia de la Nación es un claro indicativo de que no estamos presenciando una era de ilustración, sino más bien de dominación. Estas acciones no solo representan una amenaza para la democracia, sino que también inhiben la capacidad de los ciudadanos de ejercer su razón de manera libre, crítica e independiente.

Además, la relación de López Obrador con la verdad y la información es altamente problemática, si no es que nula. El tratamiento del disenso es, quizás, donde más se revela el carácter autoritario y se marca la mayor distancia con los ideales kantianos. La hostilidad hacia la crítica y el escrutinio, tanto de medios de comunicación como de la oposición, refleja una absoluta voluntad de reprimir cualquier voz disidente. 

En el texto de Kant encontramos la expresión latina “¡Sapere aude!”, cuya traducción más apegada a su sentido es: “¡Atrévete a pensar!”

Esta frase debe ser hoy, como ayer, un llamado poderoso a la emancipación intelectual; un exhorto a las personas para que se atrevan a pensar por sí mismas sin depender de la autoridad de otros y, menos aún, de quienes solo buscan su provecho personal o el de su gavilla. 

Los individuos tienen el reto para que sean críticos, cuestionen lo establecido y confíen en su propio juicio y capacidad de razonamiento. Y ningún momento mejor que el proceso electoral del próximo dos de junio.

Si esto sucede, México todavía tiene esperanza.

@jchessal