Mi lectura del mes

Llegué a la FIL como llegué a la Habana: casi en un abrir y cerrar de ojos, y con un plan que salió de otro plan y ese mismo, de otra idea y así tres veces más allá: seguro me entienden.

Fui a la presentación de un libro titulado 2Adiós mamá, Adiós papá”. Un libro que habla de cómo transitar y superar la muerte de los padres alejada del lamento, y en su lugar con una aceptación en la que cabe algo más que la tristeza.  Ambas historias están inspiradas en los últimos diez días de sus padres con una distancia entre sí de diez años. Su autora – Rosemary Martínez- nos habla de las lecciones que aprendió durante esos días en que tomada de sus mano, recordó las historias más significativas de su vida junto a ellos, mientras los acompañó a bien morir. Rosemary supo sobrellevar y suplir la tristeza que le dejaba su partida con una entrega llena de amor, pasando esos últimos días haciendo y pensando, qué quisieran recibir de sus hijos en la última etapa de sus vidas.

Y ¿cómo es que llegué a ese lugar tan singular? seguramente por algo que a veces nos negamos a aceptar pero que se llama destino y que pudiera ser tema de otra hoja en blanco. Tuve la oportunidad de funcionar como “writing coach” – dicen que así se dice ahora- con la autora y trabajar casi dos años en la creación de este proyecto que había nacido casi desde la muerte de su padre hace más de diez años ya. 

Y ¿Por qué hablarles de esto? Pues antes que nada porque mal que bien, queramos o no, todos vamos a morir y todos vamos a dolernos por la muerte de alguien querido. Y esta historia es a la vez una inspiración, un manual, un historia llena de anécdotas cómicas y decisiones impensables de cómo vivir la muerte durante y en los siguientes días de tan mítico suceso.

Porque, aunque seamos un pueblo “que se ríe de la muerte” lo cierto es que en general la vivimos bajo el cliché de las lágrimas y el padecimiento cuando puede convertirse en el punto inicial hacia una nueva vida o el nacimiento a una vida en un plano diferente. Es cierto que tenemos nuestros chistes y nuestras calaveritas, pero cuando nuestros familiares están en las últimas, no sabemos si hablar o no del tema, aunque es obvio. No sabemos enfrentarlo y tomar las riendas del momento como Rosemary narra en sus dos historias.

Adiós mamá y Adiós papá, es una historia, divertida, una historia diferente, una historia fuera de lo común. Sí, pero también una gran historia de un matrimonio español que se crío durante los años de la guerra civil española remontándonos a pasajes en los que sus abuelos desafiaron la adversidad también con humor y con gran valentía. Un matrimonio que emigró a Inglaterra para finalmente establecerse en nuestro México. Un México que fue digno de la creación del manual de supervivencia en México para un gachupín, libro escrito por Pedro su padre, a propósito de un lenguaje común, pero con acepciones tan diferentes que los llevó a hacer grandes amistades que duraron toda una vida. Un libro con cartas de amor de otro siglo y de una España que ya no se ve. Un libro que se lee de corrido, que conmueve y también divierte, pero además enseña sin dogma, ni lecciones acartonadas sobre el deber ser y deber hacer.

Si se les antoja, busquen en Amazon la versión electrónica que por cierto fue la más vendida en su categoría. O si lo quien tener en sus manos a la antigüita, estén pendientes en unas 2 semanas para recibir por el mismo proveedor, la versión impresa. Verán que además de una lectura profunda, es un libro muy bonito; nos hará reinventar la forma de despedir la vida de nuestros seres queridos y planear la propia.

Gracias por leernos.