Mirador

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Malbéne -”teólogo sin teología”, se describe a sí mismo- publicó en el último número de Iter un artículo de nombre polémico. Se llama: “Cerca de Dios. Lejos de los hombres de Dios”.

El maestro lovaniense alude en su texto a quienes por frecuentar los ritos religiosos se sienten amigos personales del Señor, e incluso sus representantes. Tal sentimiento, escribe Malbéne, es una de las peores formas que asume la soberbia, aquélla en que la religión conduce a la vanagloria.

“Hombre de Dios”, se dice de algunos profesionales de la religión. La verdad es que todos los hombres, aun los peores, somos de Dios. Eso escribe Malbéne. Y añade: “El conocimiento de Dios debe llevar a la humildad. Si lleva a la soberbia Dios se ausenta y el hombre queda a solas con su soberbia, esto es decir que queda a solas con su necedad”.

Desde luego las palabras de ese “teólogo sin teología” molestarán a quienes piensan que son objeto de la predilección del Padre. “Dios nos guarde -concluye Malbéne- de quienes se sienten más cerca de Dios que sus hermanos. Eso los aleja de sus hermanos. Y también los aleja de Dios”.

¡Hasta mañana!...