Mirador
El perro de don Abundio el del Potrero tiene sonoroso nombre: el Almirante. Explica su dueño:
-Es que el animalito es blanco, negro y amarillo, y todos se almiran al verlo.
La misma admiración me causaba a mí el perro del doctor Mariano Narváez, gran médico, gran melómano y gran maestro mío en la Normal Superior de Coahuila. Ponía el doctor un disco de música clásica en la consola de su casa y el can venía y se echaba al pie de la bocina para escuchar a Bach, a Mozart o Beethoven. Cambiaba el disco don Mariano, ponía uno de música corriente, y el perro escapaba de inmediato lanzando ladridos de protesta.
La música amansa a las fueras, dice el aforismo.
Habrá que añadir: la buena música.
¡Hasta mañana!...