Monsanto vs. Gobierno de México; Glifosato vs. Salud
Recordemos que en el año 2020, el gobierno federal emitió un decreto para evitar el uso de glifosato en México, mismo que fue substituido por un decreto muy similar, pero en el año 2023. En ambos casos se generaron una serie de juicios de amparo en contra de dichos decretos por parte de la empresa Monsanto de Bayer, principalmente, así como otros actores menores. El 25 de abril de este año la empresa MONSANTO se desistió en los juicios aquí mencionados dando por terminada su lucha jurídica en México contra el uso del GLIFOSATO y de la importación de maíz transgénico OGM (Organismo Genéticamente Modificado).
El decreto se basa en los estudios realizados en EU por las demandas realizadas por miles de agricultores afectados por el uso del GLIFOSATO y que les ha generado distintos tipos de cáncer, juicio que Monsanto perdió en EU igual que aquí en México, lo que ocasionó la prohibición y el uso controlado del mismo en Estados Unidos y en Europa, causando el pago de sumas multimillonarias a los afectados en EU, que suman más de 100,000 juicios independientes perdidos con indemnizaciones que varían en varios millones de dólares en cada caso particular. Lo anterior también revela cómo empresas como la Alemana BAYER, actual propietaria de MONSANTO en una transacción de 60,000 millones de dólares, anteponen sus decisiones económicas sobre la afectación en la salud de habitantes como nosotros en países como México y el llamado tercer mundo en general.
El gobierno mexicano expresó su beneplácito por este triunfo legal en las cortes, pero no es así de sencillo, ya que los agricultores en México se quejan con justificada razón comercial que disminuirá la producción de maíz en México, ya que el glifosato es el HERBICIDA de mayor éxito en México y sin él las hierbas no deseadas proliferarán entre los sembradíos de maíz, compitiendo por el sol y los nutrientes de la tierra, disminuyendo su producción por hectárea. Por lo anterior se generará una escasez aún mayor de maíz en México, aumentando sus precios al consumidor final automáticamente. Recordemos que importamos actualmente más de 20,000 toneladas a México, mientras que sólo producimos 26,500 toneladas en el país, es decir que importamos el 43% de nuestras necesidades alimenticias de maíz utilizando glifosato.
Por lo anterior, nos movemos nuevamente en “aguas desconocidas”, ya que se enfrenta nuevamente LA ECOLOGÍA vs. LA ECONOMÍA. Quitamos un agente cancerígeno de nuestras dietas, pero provocamos un aumento en el precio del maíz. Nuevamente recordemos que: “Sin maíz no hay país”, y este triunfo del gobierno federal se puede transformar en una gran derrota en pocos meses. Así que ahora CONACYT DEBE DE PREOCUPARSE EN VER CÓMO SUBSTITUYE el glifosato por algún otro herbicida con el mismo efecto y que no dañe la salud. Cosa que no vemos muy factible si recordamos que en la pandemia, sus investigadores dijeron tener una vacuna mexicana contra el Covid 19, misma que nunca apareció en ningún lado. Ante estos resultados, tenemos muchas razones para dudar que encuentren una solución a este problema.
Por lo que podemos concluir que el Gobierno de México tiene la razón en defender su decreto basado en los resultados de los 100,000 juicios en EU, mas su triunfo es sólo una batalla, faltan las siguientes batallas que consisten en aumentar la producción del maíz aquí mismo en México ya sin el glifosato.
