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Muertes excedentes

Por Sergio Sarmiento

Agosto 26, 2021 03:00 a.m.

“¡Qué costumbre tan salvaje 

ésta de enterrar a los muertos!”

Jaime Sabines

La Secretaría de Salud reportaba este 25 de agosto que desde el inicio de la pandemia han fallecido en nuestro país 254,446 personas por covid-19. Es una cifra abrumadora en año y medio, pero no captura toda la tragedia. México es uno de los países que menos pruebas aplican, por eso nuestra tasa de letalidad por infección detectada es superior a la de casi cualquier otro. Una consecuencia adicional es que el número real de muertos es bastante mayor al oficial. 

Ayer el INEGI dio a conocer que de enero a marzo de 2021 se registraron 368,906 defunciones totales en territorio nacional. Es una cifra significativamente mayor que los 202,728 del mismo período de 2020, los 200,256 de 2019 o los 192,424 de 2018. De enero de 2020 a marzo de 2021, “el exceso de mortalidad por todas las causas ascendió a 497,476 defunciones”. En este período de 15 meses deberían haber ocurrido 940,329 muertes, de haberse mantenido las tendencias; pero se registraron 1,437,805, lo que arroja un excedente de 59.2 por ciento. 

México no ha sido un buen ejemplo para el mundo en la lucha contra la pandemia. En el número total de muertes oficiales, estamos en cuarto lugar, pero la cifra real es mucho mayor, quizá el doble. Aun si se ponderan las muertes oficiales por millón de habitantes, nos ubicamos en el 20o lugar mundial (Worldometer). En muertes excedentes estamos también en niveles inaceptablemente altos. La revista británica The Economist registra para México, entre el 29 de marzo de 2020 y el 10 de julio de 2021, un total de 470,920 fallecimientos excedentes. Son 374 muertes por cada 100 mil personas, la séptima peor cifra ponderada del mundo. Brasil, que también ha tenido pésimas políticas contra el covid, registra 278 muertes excedentes por cada 100 mil habitantes, significativamente menos que las nuestras. 

La pandemia ha tenido consecuencias devastadoras en todo el mundo. El 25 de agosto se registraban ya más de 214 millones de contagios y cerca de 4.5 millones de muertes. Pero algunos países han tenido mejores desempeños que otros. Nueva Zelanda y Taiwán, con menos muertes que antes de la pandemia, son dos ejemplos notables. También Dinamarca, que el presidente López Obrador ha señalado como modelo a seguir, va muy bien. México, en cambio, se encuentra entre los peores. 

No podemos arreglar el pasado, pero podemos tomar medidas para mejorar el futuro. México no ha tenido un mal desempeño en su campaña de vacunación, por lo menos en comparación con otros países de nuestro mismo nivel de desarrollo económico, pero hemos aplicado muy pocas pruebas y esto ha dificultado el esfuerzo por aislar a las personas contagiadas. Hoy se promueve con mayor vigor el uso de mascarillas, pero el presidente sigue ofreciendo un pésimo ejemplo al negarse a usarlas. 

Muchas de las muertes excedentes son por covid, pero otras son causadas por otros males. Hemos visto un fuerte deterioro del sistema de salud pública de nuestro país en el último año y medio. En lugar de acercarnos al ejemplo de Dinamarca, cada vez nos alejamos más. Por lo pronto, Dinamarca ha tenido 444 muertes excedentes entre el 22 de marzo de 2020 y el 31 de julio de 221, o sea, 7 por cada 100 mil habitantes. Nosotros tenemos esa lamentable cifra de 374 muertes excedentes por cada 100 mil que ya citaba. Un gobierno inteligente y compasivo ya habría entendido que se equivocó y estaría tomando medidas para corregir el rumbo, pero nosotros seguimos en un camino que está dejando cientos de miles de muertes innecesarias mientras el presidente insiste en que vamos bien, vamos muy bien. 

No ayuda

Si AMLO realmente quisiera convencer de que no está detrás del intento por encarcelar a Ricardo Anaya, quizá podría empezar por respetar la presunción de inocencia. Llamar a Anaya “chueco, hipócrita y ladrón” no ayuda. 

Twitter: @SergioSarmiento