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No hay Sam Spades Parte II

Por Francisco Salazar Soni

Octubre 28, 2021 03:00 a.m.

A

“Pinkerton´s National 

Detectives Agency” 

-We never sleep-.

Decía Enrico Ferri, la criminalidad ha seguido y sigue a la civilización, como la sombra sigue al cuerpo.  

Los detectives e investigadores ya sean personajes de novela o en la vida real, públicos o privados, tienen que ser unos verdaderos hijos de puta. Buscan e investigan a verdaderos criminales que no se tentarán el corazón para sorrajarles un tiro en la cabeza a las primeras sospechas de que andan tras sus huellas. La ambigüedad moral, tanto de detectives como de criminales se forja en distintas dimensiones, los primeros, en una idealista visión del bien y los segundos en una aceptada realidad del mal desde que fueron paridos. 

Cada cual tiene sus métodos, prácticas y filosofías de vida, tienen un cristal rombo que a la luz les emite distintas tonalidades de colores. En la película “Heat” del director Michael Mann de 1995, Al Pacino y Robert De Niro, personifican ambos esa tesitura de colores: 

-¿Me ves atracando tiendas de licores con un tatuaje en el pecho que diga: Nacido para perder?- RN.

-No- AP.

-Correcto y jamás voy a regresar (prisión de Folsom).- RN.

-Entonces deja los atracos- AP. 

-Yo hago lo que hago mejor, hago atracos. Tú has los que haces mejor y trata de detenerme- RN.

Así, la investigación criminal se ha convertido en un juego del gato y el ratón, donde investigar es indispensable a la conducta criminal y a su propia evolución y para ello se necesita de investigadores/detectives/sabuesos/serpicos/Sam Spades.

¿Cuándo se estancó la investigación criminal en México? Cuando obsequiar una orden de aprehensión era como dar un vaso con agua, cuando la tortura era un método de investigación, cuando sembrar pruebas era la práctica, etc. Y se desdeñó vislumbrar, que la investigación criminal es un conjunto de saberes interdisciplinarios y acciones sistemáticas integrados para llegar al conocimiento de una verdad relacionada con el fenómeno delictivo. A decir del criminólogo Lago Montejo. Que comprende: El manejo de estrategias que contextualizan el papel de la víctima, del delincuente y del delito como tal. El estudio de las técnicas orientadas a contrarrestar, controlar y prevenir la acción delictiva. El dominio de la investigación como proceso metodológico que se basa en los principios y teorías de las respectivas ciencias, en los procedimientos jurídicos y la reconstrucción del hecho mediante las circunstancias de tiempo, modo y/o lugar para sustentar, en forma técnico-científica, los resultados conducentes al esclarecimiento de un presunto delito y a la identificación de sus autores. El empleo de los principios y teorías de las ciencias y sus correspondientes disciplinas que apoyan la acción investigativa.  La aplicación de los procedimientos jurídicos. La reconstrucción del hecho para visualizar el todo de lo sucedido a través de circunstancias de: Tiempo: duración o lapsos para la ocurrencia de un acto. Modo: formas de llevarse a cabo el hecho. Lugar: espacios físicos utilizados.

En México, aún continuamos en una investigación criminal de ficción. La “simulada” flagrancia, así como la prisión preventiva oficiosa, sin analizar caso por caso, han contribuido a ello. 

FIN.

Francisco.soni@uaslp.mx 

twitter: @franciscosoni