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PAPELÓN EN PUERTA

Por Juan José Rodríguez

Mayo 23, 2024 03:00 a.m.

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Salvo cambios muy de última hora o una súbita recuperación de su dignidad por parte de todos o al menos diez de sus integrantes, el Congreso del Estado cometerá hoy un acto de ilegalidad, incurrirá en una aberración jurídica y se tragará su propia lengua. De paso, hará añicos la respetable carrera en el servicio público de la licenciada María Manuela García Cázares, salvo que ella se niegue a convalidar los excesos legislativos que la entronarán en la Fiscalía General del Estado.

   Esta farsa coral que se ha montado para satisfacer una ocurrencia tan autoritaria como tonta del gallardismo, ha servido para evidenciar dos efectos colaterales que atentan contra la buena marcha de nuestra vida pública: Uno, que al inicio de su gestión -si ella misma no la rechaza- Manuelita más que cumplir la misión esencial de la Fiscalía que es procurar justicia, se va a tener que dedicar a procurar que no la tiren de su cargo a base de impugnaciones, y dos, que el coordinador de la bancada verde y férreo capataz de las restantes, José Luis El Chiquis Fernández, confunde la tarea legislativa con una exhibición de machismo político o, peor aún, cree que el Congreso es escenario de una competencia de fisicoculturismo.

El artículo 122 Bis de nuestra Constitución local dice textualmente en su tercer párrafo: “La Fiscalía General del Estado estará a cargo del Fiscal General del Estado, que durará en su encargo siete años, sin posibilidad de reelección, y deberá cumplir los mismos requisitos que esta Constitución exige para ser Magistrado”. 

Más adelante, en su séptimo párrafo, precisa: “En caso de que la persona titular de la Fiscalía General fallezca, se ausente definitivamente o presente renuncia ante el Congreso del Estado, declarada la vacante por este último, dará aviso al Ejecutivo del Estado para que en un término de treinta días naturales, envíe propuesta de terna de profesionistas para que de entre éstos, en un término de treinta días y por el voto de cuando menos las dos terceras partes de las diputadas y los diputados presentes en la sesión correspondiente, se elija a quien ocupará el cargo por el tiempo para el que fue electa la persona que se está supliendo”. (Este párrafo fue agregado a nuestra Constitución hace apenas siete meses, en octubre del año pasado, justa y precisamente por los mismos legisladores que ahora lo quieren desconocer. A eso me refería con que incluso están dispuestos a tragarse su propia lengua). 

A fines de abril, al momento de renunciar para atender la invitación del Ejecutivo a ser el nuevo secretario de Seguridad Pública del Estado, a José Luis Ruiz Contreras le faltaban seis meses para concluir el período de siete años que inició Federico Garza Herrera el 26 de octubre del 2017. Así las cosas, lo correcto es que hoy el Congreso designe un o una fiscal que cubra los cinco meses y dos días que restan a aquel mandato inicial. 

Para cumplirle su capricho (un verdadero himno al “por mis güevos”) al Ejecutivo, el área jurídica del Congreso, por indicaciones precisas de la correa de transmisión que es El Chiquis, preparó un farragoso, chapucero y endeble dictamen, cuyas argumentaciones centrales son que lo dispuesto en el párrafo séptimo no aplica en esta ocasión porque se trata de designar un o una suplente de suplente, y porque los dos párrafos del 122 Bis que vienen al caso “deben ser armonizados”. Dice también el documento -ojo- que nombrar al nuevo titular de la FGE por siete años contribuye a mantener la continuidad institucional y propiciar que ofrezca mejores resultados. 

Argumentos de ebrios trasnochados aparte, lo que en estricto sentido se propone hacer hoy la Legislatura potosina es violar la Constitución Política del Estado, pues el citado párrafo séptimo sigue vigente. La forma de “justificar” su trastada es inaplicando esa norma. Nuestro sistema jurídico nacional contempla la posibilidad de declarar “inaplicable” una ley, pero esa facultad está reservada a los jueces, no a los diputados. Estos últimos tienen la facultad de crear y abrogar leyes, pero no de disponer su inaplicación o inobservancia.

Si se ha de dar por bueno el equivocado criterio incorporado al proyecto de dictamen en el sentido de que se busca “que haya una sola temporalidad” en la duración de los fiscales generales, ¿cómo explicaran nuestras diputadas y nuestros diputados que para el caso de las suplencias del gobernador haya varias denominaciones con temporalidades distintas: Provisional, interino y sustituto, cada uno con plazos de duración diferentes, porque diferentes son los tipos de ausencia que se presentan.

Dicen en su deplorable proyecto de decreto que será sometido hoy a votación, que una de las razones para brincarse la titularidad de cinco meses necesaria para cerrar el septenio iniciado con Garza Herrera es porque se trata de suplir a un suplente.

Nuestras legisladoras y nuestros legisladores podrían preguntarse por qué Horacio Sánchez Unzueta fue gobernador cuatro años y cuatro meses en sustitución de Teófilo Torres Corzo que duró siete meses en sustitución de Gonzalo Martínez Corbalá quien duró once meses sustituyendo a Fausto Zapata. 

Para mayor exhibición de cinismo en su abyecto sometimiento a las cotidianas ocurrencias del gallardismo, los legisladores firmantes del proyecto de dictamen argumentan que al desempeño de la Fiscalía le afectan los cambios frecuentes de titulares, por lo cual la continuidad es muy importante. ¿Se habrán preguntado dónde se inicia este ciclo de discontinuidad? Sencillo: en la instrucción de Gallardo Cardona a Ruiz Contreras para que renunciara a la FGE y se fuera a sustituir al general Guzmar. La enfermedad la provoca Gallardo y el remedio venenoso lo impone él mismo. Por lo demás, es entre burlón y grotesco invocar continuidad y estabilidad en una administración que todavía no llega a la mitad de su sexenio y ya ha hecho cambios de titular en el 80 por ciento del gabinete legal. 

Los excesos y abusos en el ejercicio del poder no siempre salen gratis. Si finalmente hoy lacayunamente hacen las cosas como se los ordenaron, los integrantes de esta Legislatura enfrentan el riesgo de ser sujetos de un juicio político (sería el segundo, ya que está en trámite el relacionado con la inhabilitación de Xavier Nava). Y si están pensando que en todo caso ese enjuiciamiento se resolvería ya que hayan dejado de ser diputados(as), eso no impide pagar consecuencias. Por ejemplo, si gana la diputación federal que busca El Chiquis, podría perderla dentro de un año y quedar inhabilitado por varios años más. Lo mismo para los demás que están en búsqueda de la reelección u otro cargo.

Hace unos días, a propósito de cómo se veía venir el dictamen de referencia, El Chiquis declaró que él y sus compañeros diputados están dispuestos a encarar el riesgo de un nuevo juicio político. En esto pensaba cuando escribí párrafos arriba que confunden la tarea legislativa con una exhibición de machismo político. No es una competencia de vencidas ni un concurso para ver quién se toma más mezcales. Tampoco un certamen de fisicoculturismo. ¡Qué vaciados son!

¿Qué puede pasar si el dictamen se aprueba hoy tal como está? Nada o mucho. Todo dependerá de si hay impugnaciones, si están bien formuladas y si se presentan a tiempo. Si el combate legal es amplio y a fondo, Manuelita se puede caer y los diputados ser sujetos de juicio político hasta llegar a consignación penal por la comisión de delitos varios. 

COMPRIMIDOS

A reserva de recuperar espacio para volver a analizar con mayor detenimiento el caso de los gandallas simuladores que se dijeron súbitas mujeres para ser “candidatas” a alcaldes en Venado, Villa de Arista, Vanegas y Ahualulco, ya aprobados por el Ceepac y el Tribunal Estatal Electoral, hoy rescato la frase de un buen y respetado amigo: “Triunfó la farsa sobre la razón y el buen juicio”. Otro me dijo que la burla no fue a las autoridades electorales, “fue para todas las potosinas y los potosinos”.

En el tercer distrito electoral federal con cabecera en Rioverde, las cosas se le siguen poniendo color de hormiga al tristemente célebre Oscar Bautista Villegas, mejor conocido como El Cochiloco. Tampoco hay por qué extrañarse, esta es la cuarta vez que le solicita su voto a los electores de esa demarcación (2012, 2018, 2021, que perdió, y ahora 2024). Y a los vecinos de Rioverde, Ciudad Fernández y otros municipios que pertenecen al XI distrito local, les ha pedido que sufraguen a su favor en otras tres ocasiones distintas. Es decir, a buena parte de esa misma gente los ha ido a fastidiar en siete ocasiones, habiendo ganado cuatro y perdido dos, con la última en veremos para dentro de 10 días. ¿Qué no hay más?  Otro que le puede ganar es Mauricio Ramírez Konishi, abanderado del MC.

Vino a visitarnos Manuel Velasco, célebre por ser, primero, el esposo de Anahí y, después, por ser testaferros de El Niño Verde. En la ceremonia que encabezó en esta capital estuvo presente Maribel Torres Vilet, hija de Teófilo Torres Corzo. Velasco la saludó con elogios y luego le pidió que por favor saludara a su papá, fallecido hace siete meses. Varias veces he citado la frase de que solo hay algo peor que un político profesional, y es un político no profesional. Ando con la idea de que puede ser peor un político profesional sobradón, frívolo y algo bruto.

A Rolando Hervert, el exdiputado panista que se encuentra preso en La Pila desde hace casi dos meses, se le amontonaron los problemas y se perfila como todo un profesional del delito de cuello blanco. Hace algún tiempo un juez del Estado de México lo condenó por los delitos de fraude y daño en los bienes, cuyo perjuicio causado fue por más de 21 millones de pesos. Lleva años litigando el caso, pero después de una serie de reveses acudió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a solicitarle que atrajera su caso, al parecer porque según él tiene influencias a ese nivel, pero como se dice coloquialmente le dieron palo. En su lugar de residencia se le conoce como “el defraudador de Sayavedra”. Sus víctimas confían en que su historial de abusos de poder, de ambición malsana, corrupción y prepotencia esté llegando a su fin.

¿Y Gerardo Sánchez Zumaya? Se acuerda usted del muy machín huasteco avecindado en Tabasco, valedor de Xavier y David Azuara que vino hace unos meses a echarle cacayacas, gritarle amenazas y lanzarle retos al gobernador Gallardo Cardona, pues luego de agotar la saliva se fue por donde vino y al final del día resultó puro cuento. O flor de un día, si se prefiere.

Hasta el próximo jueves.