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Parque de Morales

Por Óscar G. Chávez

Mayo 18, 2024 03:00 a.m.

A

Resulta curioso que la secretaria de Desarrollo Urbano Vivienda y Obras Públicas (Seduvop), Leticia Vargas Tinajero, haya tenido que esperar la solicitud de licencia de Enrique Galindo, alcalde de la capital, para hacer público, en medio de un rumboso evento, el anuncio de la remodelación del parque de Morales “doctor Juan H. Sánchez”.  Menciono a la titular de esa dependencia suponiendo (nada más preciso que el gerundio) que tenga pensamiento voz y voto dentro de esta administración.

Porque resulta más lógico que si se trata de trabajar de manera conjunta en beneficio de la ciudad, este inicio de obra hubiera ocurrido semanas atrás, cuando se encontraba en funciones el alcalde y no esperarse a que ocupara la alcaldía de manera interina una persona que con dificultad logra articular una oración en presente simple, a la que además invitaron de última hora y casi de relleno. 

A pregunta expresa sobre una posible injerencia de lo estatal en lo municipal, sólo atinó a responder: “Yo creo que es una… una intención de cuidar el medio ambiente y es una intención de seguir colaborando y por eso ratificamos que así como hemos tenido una cooperación y una colaboración interinstitucional lo seguiremos haciendo…”

Por lo visto nadie le hizo caer en cuenta que a esta administración estatal lo que menos le importa es el medio ambiente, pero graciosamente logró un eufemismo de político setentero, para decir que el ayuntamiento que (por obra y gracia de no sabemos quién) dirige continuará aceptando todas las patadas que les asiente el señor gobernador en el rabo. ¿No hubiera sido más sencillo –y acertado– mencionar la transformación o el rescate de un espacio público?

También era deseable que nos explicara de qué forma se daría esta cooperación y colaboración entre instituciones estatal y municipal, porque hasta donde se sabe el ayuntamiento no aportará un cinco. Bueno, quizá aportaron el parque y permitirán que nuestro gobernador esteta experimente en él cuanta ocurrencia de jardinería le llegue.

De cualquier manera, el que Galindo estuviera en funciones tampoco era garantía de nada; con toda seguridad hubiera soportado cualquier humillación y agradecido al gobernador que le hiciera ver a los potosinos quién es el que manda aquí, por encima del alcalde (de cualquiera) y de su ayuntamiento (también cualquiera del estado). 

Sin embargo hay una realidad innegable que beneficia a Ricardo Gallardo: el parque Juan H. Sánchez se encuentra desde hace varias administraciones municipales en un total abandono. Para donde queramos voltear se confirma: a nadie le importa y nadie lo ha atendido; por lo que también es una mentira cuando la alcaldesa señala que no se le ha dado atención por la crisis hídrica. ¡Asesórenla, pobre mujer! 

Por cierto y a propósito de declaraciones falsas y estúpidas: ¿por qué tendría que autorizar el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) la intervención (como afirma la secretaria Vargas) si la escultura de González Bocanegra fue fundida en 1954 y el conjunto de acceso al parque es de los primeros años de este siglo?, ¿hay realmente autorización del INAH o sólo la invocó para anticiparse a algún posible cuestionamiento (al fin nadie hace caso a la dependencia)?, ¿ya pensará que cualquier elemento de cantería o bronce es antiguo?

También hay que preguntar ¿existe un proyecto ejecutivo e integral para la remodelación del  parque, más allá de los dibujitos mostrados?, porque desembolsar (como se ha vuelto costumbre)  100 millones de pesos en otra ocurrencia más, ya es inmoral en medio de todos los problemas del estado; ¿por qué dijo la secretaria que esperaban amparos contra la obra?, ¿tan de a tirito estará?, ¿cómo es que luego de la remodelación, aseguran que, abrirá las 24 horas?, ¿ya dispone gobierno del estado de la administración y manejo total de los espacios municipales?, porque a menos que me equivoque el parque se encuentra bajo cuidado municipal desde 1923 y en posesión absoluta desde febrero de 1961.   

Algo más, considerando que su lógica es “si [alguno de los elementos ya existentes] no hacen juego con el proyecto estatal que se reubiquen”, ¿se habrá dado cuenta que el gobernador tampoco hace juego con las instituciones?, ojalá lo puedan reubicar.