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POLOS OPUESTOS

Por Juan José Rodríguez

Mayo 08, 2025 03:00 a.m.

A

 ¿Los lineamientos trazados por la presidenta Claudia Sheinbaum a su partido Morena obligan o por lo menos comprometen en algo a su aliado el Verde Ecologista de México? Evidentemente que no, y a nivel local ya se encargó de puntualizarlo el diputado gallardista Héctor Serrano Cortés. Viene así la pregunta obligada: en la dimensión estatal, ¿cómo entonces va a ser la relación del gobernador Ricardo Gallardo Cardona con la presidenta? ¿Se puede ignorar a la doctora Sheinbaum en su carácter de líder natural y visible del morenismo-lopezobradorismo, y media hora después buscarla en su condición de presidenta de la República para pedirle que apoye al gobierno encabezado por el mismo Gallardo Cardona que la desairó? 

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Antes de continuar, conviene puntualizar que si bien la discrepancia más obvia entre las visiones políticas de la presidenta Sheinbaum y el gobernador Gallardo es lo relativo al nepotismo, en realidad son varias más. Todas y cada una de las cuales tienen su peso específico.

En sus recomendaciones/mandatos la doctora Sheinbaum pide a su partido que además de renunciar al nepotismo se conduzca con sentido ético, con responsabilidad, honestidad y mesura en el ejercicio del poder. En términos muy puntuales, les indica que se abstengan de frivolidades como usar costosa ropa de marca; que abandonen lujos como los vuelos en primera clase o en aviones privados, y se dejen de viajes al extranjero que no aportan nada importante y en realidad son pretextos de turismo con cargo al erario. Les pide también a sus compañeros de partido que salvo casos justificados por la naturaleza de sus funciones prescindan de los vehículos blindados y las escoltas numerosas.

En un terreno más puntual, referido al trabajo partidista y electoral, la doctora Sheinbaum recomienda a sus compañeros que vuelvan al trabajo proselitista casa por casa, que se dejen de anuncios espectaculares, aunque tengan financiamiento privado; que recurran a los modestos volantes, cuya entrega mano a mano obliga al contacto cercano con la gente. 

Les enfatiza no hacer campañas anticipadas, que no recurran a discursos de odio, que no utilicen al partido para promover intereses personales y les pide encarecidamente que mantengan el uso de las tómbolas para designar candidatos a diputados plurinominales, para evitar que sean botín del influyentismo interno.

Todo esto, reitero, fue mandado decir por Claudia Sheinbaum a sus compañeros de partido/movimiento, se entiende que para detener la deriva peligrosa que estaban siguiendo una vez refrendado el triunfo abrumador en las elecciones del 2024. Es decir, se trata de un mensaje de la presidenta morenista a los morenistas de todos los niveles y pelajes. E insisto: al Verde no le impone ninguna obligación. Y entre los exentos estaría el gobernador Gallardo Cardona, quien alguna vez quiso militar en Morena, pero no lo admitieron.

Conocidos los lineamientos claudistas, de inmediato en los medios y las redes se identificaron a posibles destinatarios: que si Adán Augusto y Ricardo Monreal; que si la senadora chihuahuense Andrea Chávez, que si Fernández Noroña y Pedro Haces, que si los gobernadores fulano y zutana.

Si el abanico de presuntos destinatarios hubiera incluido a los aliados, en el caso del Verde el destinatario principal e inconfundible habría sido Ricardo Gallardo Cardona. No fue el caso y puede estar tranquilo de que ni estatutaria ni legalmente queda obligado a atender ninguno de los lineamientos o directrices presidenciales.

Pero a Gallardo le quedan dos años cuatro meses de gobernador, con un trato institucional obligado, aunque fuese solo mínimo y protocolario, con una jefa de estado que según su carta postula, promueve e impulsa valores y conductas exactamente contrarios a las que ostenta el mandatario potosino.

En la relación Sheinbaum-Gallardo, la atención de la opinión pública se ha centrado en el tema del nepotismo, que de hecho ya estaba zanjado en el sentido de que Morena lo aplicaría desde este 2025 en las elecciones de Veracruz y Durango, y el Verde se iría por la libre. Pero ese es un enfoque restringido. Si usted, amable lector, se toma la molestia de leer párrafos arriba las principales directrices de la doctora Sheinbaum a sus correligionarios, verá que si Gallardo Cardona fuera militante de Morena parecería que todas estaban dirigidas a (contra) él.

Haga el ejercicio y responda las preguntas ¿Quién le apuesta al nepotismo para que su séptimo año no sea infernal? Gallardo. ¿Quién viene ejerciendo el poder bajo fuertes sospechas de deshonestidad, sin mesura y autoritariamente? Gallardo. ¿Quién lleva meses conduciendo y financiando una campaña anticipada en beneficio de su muy personal proyecto? Gallardo. ¿Quién tiene años volando en jets privados de renta cuyo costo por hora es superior a los 5 mil dólares? Gallardo. ¿Quién se desplaza en caravanas de camionetas blindadas y es siempre protegido por una veintena de escoltas armados? Gallardo. ¿Quién ha costeado con dinero público viajes estrambóticos cuyos “logros” más relevantes son compras de caballos para la cuadra personal del gobernador? Gallardo. ¿Quién utiliza chamarras marca Moncler (por cierto, apropiadas para temperaturas de 10 grados bajo cero) cuyo modelo más comercial vale 1,500 dólares? Gallardo. ¿Quién asigna a dedo o mediante licitaciones de un solo participante las obras públicas más costosas del estado? Gallardo. ¿Quién exaltando la frivolidad disfruta con verdadera fruición los espectáculos artísticos hasta convertirlos en una política pública? Gallardo. ¿Quiénes, en unos pocos años, han incrementado exponencialmente sus fortunas personales y familiares? Los Gallardo. Y sígale usted.

Enfrente, una académica que trabaja desde hace 40 años y únicamente es propietaria de un modesto departamento; una jefa de estado que sigue viajando en aviones comerciales, la cuidan unos cuántos ayudantes y viste ropa de diseño y manufactura nacional. ¡Tremendo contraste!

Pero volvamos al punto medular. ¿Puede Ricardo Gallardo Cardona decirle a su aliada política Claudia Sheinbaum que ahí Dios que la socorra en sus prédicas y que si sabe contar no cuente con él, y al rato solicitar verla en su carácter de administradora del presupuesto federal, para decirle que no hay que ser, que le ayude con más recursos a su gobierno? Lo veo difícil.

La respuesta la traerán los hechos. Por ahora, yo me atrevería a pensar que si no ha enloquecido enfermo de poder, el mandatario potosino debe comenzar a darle cristiana sepultura a su proyecto caciquil vía nepotismo. No hay que olvidar lo que ya hemos mencionado un par de veces antes: el monopolio para el registro de candidaturas a cualquier cargo de elección popular lo mantienen las dirigencias nacionales de los partidos políticos. Hasta ahorita, que se sepa, Gallardo no preside el CEN del Verde. Por ahí se podría frenar cualquier proyecto contrario a los afanes y estilos claudistas morenistas/lopezobradoristas.

Por último, no sé si lo que ahora les voy a platicar guarde relación con el contenido de esta columna: El martes estuvo aquí el director general de Conagua, en un evento con el gobernador y los 59 alcaldes potosinos. Se habló a grandes rasgos de proyectos e inversiones en la materia, sobre todo los aterrizados a nivel de municipios, pero extrañamente no se dijo nada del principal proyecto hídrico contemplado en la entidad, que es la presa de Las Escobas. 

Llama mucho la atención este detalle, porque el viernes anterior, 2 de mayo, el gobernador Gallardo Cardona anunció que el siguiente martes, anteayer, se arrancarían las obras de la nueva presa, que tiene previsto un costo de 600 millones de pesos. A reserva de confirmárselos más adelante, parece ser que en Conagua contemplan el inicio de la construcción para agosto próximo, siempre y cuando el gobierno potosino cumpla las etapas previas que le corresponden: “Estudios de Ingeniería Básica”, que deben incluir la ubicación precisa del vaso y la cortina, estudios geohidrológicos y topográficos del terreno. Además, la entrega física y jurídica de las tierras (unas 50 hectáreas) que se necesitan para el proyecto.

Muy interesante, en esta perspectiva, resulta también el hecho de que el pasado 27 de abril, al iniciarse los trabajos para el nuevo tren de pasajeros entre la Ciudad de México y Querétaro, que incluirá un ramal a Irapuato, se anunció que la siguiente etapa, a emprenderse a finales de 2027, será la de Saltillo a Nuevo Laredo. Cualquiera de los dos tramos que nos incluyen (Querétaro-San Luis y San Luis-Saltillo), ni en cuenta. Parece que serán al último, ya con otra administración federal. ¿Avisos, señales?

COMPRIMIDOS

En materia de abastecimiento de agua potable para esta zona metropolitana, las autoridades de los tres niveles de gobierno se empeñan en no ver al elefante rosa en la habitación: en esa materia no hay inversión más eficiente y rentable que la reparación o rehabilitación a fondo de la red de distribución, cuyas fallas y fugas desperdician casi la mitad del líquido. 

Grábese el nombre de Soledad Carreño Linares. Se trata de la exalcaldesa de Ébano, antigua militante del Verde que rompió el año pasado con el gallardismo, quien desde hace unas semanas despacha como delegada de la Secretaría de Gobernación. Trae instrucciones muy precisas de operación política.

El pasado martes se conoció la existencia de una Controversia Constitucional promovida por la Consejería Jurídica de la presidencia de la República, contra los poderes Legislativo y Ejecutivo de San Luis Potosí. Se presentó en febrero pasado y ya fue admitida por la Suprema Corte. Se trata de la número 67/2025. Fue emprendida para que se anule un artículo de la Ley de Ingresos del municipio de Villa de Arriaga, que dispone el cobro de derechos que corresponden exclusivamente a la federación. Si la Corte deroga esa norma, habrá un regaño implícito para los diputados burros que la aprobaron y los inútiles juristas del Ejecutivo que no revisan lo que mandan a publicar en el Periódico Oficial del Estado.

Esto ya no es gracioso, comienza a ser grotesco: Declara el alcalde Galindo que podría apoyar a los empresarios (con exención de impuestos) que establezcan la jornada laboral de 40 horas. En seguida, mandan al indescriptible Chógono Sánchez, secretario estatal del trabajo, a decir que no esté fregando, que esa es tema exclusivo de la federación. En estricto sentido, al Chógono lo mandaron a reiterar la consigna filosófica de este gobierno: “Nomás mis chicharrones truenan, cabrones”. (Pero cada vez menos, fíjese usted).

Hasta el próximo jueves.