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Posverdad y paparruchas

Por Alexandro Roque

Junio 23, 2024 03:00 a.m.

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Esta semana en varios medios se dio por muerto a Noam Chomsky, el mayor lingüista superstar de nuestro mundo, además de (Wikipedia dixit) “filósofo, politólogo y activista estadounidense de origen judío”. Cuando ya todos sus fans llorábamos el fallecimiento de este maestro de 95 años (calificado por el New York Times como “el intelectual más importante de la actualidad”), allegados a su familia desmintieron la noticia. Hace apenas dos días lo dieron de alta del hospital de Brasil donde lo atendían de las secuelas de un accidente cerebrovascular que sufrió hace un año.

A los 29 años Chomsky saltó a la fama al proponer  que la mente humana “posee un conocimiento innato, pre-programado, que le permite adquirir y desarrollar el lenguaje”.  El lenguaje como la característica más humana (la que permite que nos leamos, nos digamos “algo”). Marciano Escutia, de la Universidad Complutense, dice que Chomsky “es el pionero de la distinción entre la gramática mental, de contenido subconsciente, que se desarrolla en el cerebro al modo de un sistema computacional, como resultado de la exposición a los datos de la lengua ambiente; y la descriptiva, por medio de la cual los lingüistas intentan caracterizar formalmente aquella. Se impone la existencia de un componente genético, dice Chomsky, y lo denomina Gramática Universal”.

Posverdad y fake news (en buen español, “paparruchas”) son fenómenos estudiados por Chomsky desde 2003, y su supuesta muerte, dicen hoy, puede dar un gran ejemplo de cómo actúan y afectan a la opinión pública. Él ya había advertido que de nada sirve buscar algo en Internet si no se sabe lo que se busca.

Posverdad es “la distorsión deliberada que se hace de la realidad con el fin de moldear la percepción y las opiniones de la gente”. Dice él: “La desilusión con las estructuras institucionales ha conducido a un punto donde la gente ya no cree en los hechos. Si no confías en nadie, por qué tienes que confiar en los hechos. Si nadie hace nada por mí, por qué he de creer en nadie”.

El maestro “Noam Uerto”, como se le ha llamado ahora (también conocido ya como “Noam Schröndiger”, imperdible en cuestiones de comunicación y lingüística, es autor de un texto sobre 10 formas de manipulación mediática, que conviene leer y releer hoy que donde quiera se nos dan noticias distractoras o con verdades a medias, o de plano calumnias. 

Va algo de ahí:

1. La distracción: se difunden temas no prioritarios o de plano banales para desviar la atención de las masas. Futbol, espectáculos, reality shows, chismes de famosos e influencers están en esa lista.

2. Problema-Reacción-Solución: “Empeorar, a propósito, un servicio público para justificar su privatización es una maniobra muy común”.

3 y 4. Gradualidad y diferir: para que una medida o ley impopular sea aceptada, hay que aplicarla poco a poco, como cuando hierven a las langostas y otros seres vivos. También se dice que se aplicará a futuro, y que será un sacrificio “inevitable”, para que el público se vaya haciendo a la idea.

5 y 6. Se le habla al público como a personas menores y se apela a su lado emocional, en lugar de motivar su lado reflexivo y crítico.

7. Complacencia ante la mediocridad. “Promover en el público la creencia de que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto”.

8. Reforzar la autoculpabilidad: “Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable de su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo”.

La invitación, pues, es a ser incrédulos, a no “irnos con la finta”. La información debe ser rastreada y cotejada para que llegue en buenas condiciones a sus usuarios. Como dice Chomsky: “La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica, porque destruye los cerebros”.

http://alexandroroque.blogspot.com

Correo: debajodelagua@gmail.com

Twitter: @corazontodito 

Posdata: este miércoles en la Casa del Poeta Ramón López Velarde, sede de la editorial Ponciano Arriaga y de la Dirección de Publicaciones del Gobierno del Estado de San Luis Potosí, se llevará a cabo otra presentación del poemario Memorias funambulistas no aptas para acrofóbicos, ganador de los Juegos Florales Ramón López Velarde 2023 de Jerez, Zacatecas. Comentarios y performance de lujo, no falten.