Represalias vs “Mexicanos Contra la Corrupción”

 “Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) es una asociación civil sin fines de lucro comprometida a consolidar el Estado de Derecho en México, mediante un programa integral, dedi cada a prevenir, denunciar, sancionar y erradicar la corrupción sistémicas que prevalecen en los sectores público y privado de nuestro país”. Así se presenta formalmente esta organización que, contra lo que afirma el presidente, desde mucho antes de que terminara el sexenio de EPN, ya había denunciado algunos de los hechos de corrupción más voraces y cínicos de ese gobierno.  

Su presidenta ejecutiva es la Dra. María Amparo Casar, reconocida en México y otros países como distinguida académica en temas relacionados con las ciencias sociales y maestra de muchas generaciones de jóvenes estudiantes de estas ciencias. Es catedrática e investigadora del Depto. De Estudios Políticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), licenciada en sociología por la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y doctorada en la Universidad de Cambridge, Inglaterra.    

No es posible,  imputar a MCCI sin faltar a la verdad, que sus patrocinadores, empresarios relevantes, sean sus enemigos, ni adversarios, ni minoría rapaz, como le gusta calificar a quienes lo incomodan. Son mexicanos responsables con posibilidades económicas que dedican buena parte de sus ganancias a financiar el trabajo de un grupo de profesionales de la comunicación que está dedicado a investigar y denunciar la corrupción que prevalece en los sectores público y privado, y deberían ser ampliamente respaldados por un gobierno que dice luchar contra ella y ser ejemplo de honestidad.

El presidente, debería estarle agradecido con MCCI y no lanzarle denuestos injustos. Porque con su actual reacción, deja ver que en realidad lo que le molesta es que se descubra que su gobierno es tanto o más corrupto que el anterior, no solo por mal manejo de recursos públicos, sino por el despilfarro criminal en proyectos sin soporte técnico, en perjuicio de otras necesidades de mucha mayor prioridad social y un nepotismo abusivo como el del director de PEMEX, que tiene muchos familiares con altos sueldos.

Si hay en México un organismo o institución que sin costarle al erario público un solo centavo a lo largo de muchos años, ha rendido grandes y benéficos frutos al país y a los mexicanos, es sin duda alguna MEXICANOS CONTRA LA CORRUPCIÒN Y LA IMPUNIDAD (MCCI), porque ha sacado a la luz  del conocimiento público, no solo información, sino muchas y muy importantes pruebas sobre la tremenda corrupción que caracterizó  al gobierno de Peña Nieto, entre las que se encuentra la Estafa Maestra, que le costó  al país, es decir, a los mexicanos, màs de 7,000 millones de pesos, de lo cual se originó  la aprehensión de Rosario Robles, ex secretaria de estado, hoy purgando cárcel.

Aun quedando muchos otros altos funcionarios pendientes de someter a proceso y cárcel en su caso, porque un desfalco a la nación de esas proporciones no pudo realizarse sin la connivencia y colaboración de muchos otros del nivel federal, estatal y probablemente municipal, así como los rectores de varias universidades que  entregaban muchos millones de pesos a empresas fantasma, simulando transacciones y operaciones inexistentes de común acuerdo con los que desde el gobier no federal daban las órdenes.

Si hay alguna información que le ayudó decisivamente al presidente a ganar la elección del 2018 y a generar en millones de ciudadanos una exigencia apremiante de justicia y a entregarle su voto, fue precisamente la que hizo pública MCCI que levantó la indignación ciudadana y hoy es atacada y amenazada a machetazos verbales desde el púlpito de las mañaneras. ¿Por qué?

Pues es sencillo, porque MCCI hizo pública hace pocos días una información sólida, con pruebas, de que dos de sus más allegados funcionarios, su secretario particular, Alejandro Esquer Verdugo y el que dirige la oficina de información de la presidencia, Jesús Ramírez, han realizado transacciones por varios millones de pesos, a través de precisamente, empresas fantasma que son el recurso favorito de este gobierno, para desviar el erario público federal, demoliendo hasta hacerlo polvo, el mantra presidencial de que “no somos iguales”, cuando la corrupción gubernamental, está mucho peor, porque ahora se disfraza con la máscara de la honestidad.    

lujambio06@hotmail.com