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SEGAM Criminal

Por Luis González Lozano

Enero 16, 2021 03:00 a.m.

En esta columna hemos implorado por la importancia de la Calidad del Aire. Recordamos constantemente cuando John F. Kennedy, por allá del año 1960, dijo “Nuestro vínculo común más básico es que todos vivimos en este planeta. Todos respiramos el mismo aire. A todos nos preocupa el futuro de nuestros hijos. Y todos somos mortales”.

En enero del 2020 reportamos una buena noticia, pues el 20 de febrero siguiente entraba en vigor en todo el país, la Norma Oficial Mexicana NOM-172-SEMARNAT-2019, referente a los “Lineamientos para la obtención y comunicación del Índice de Calidad del Aire y Riesgos a la Salud”. 

La pauta 172 se encargaría de unificar y establecer el procedimiento para calcular el índice de aire y salud que garantiza una verdadera protección y a comunicar los resultados, ligados hacia la salud, dando a conocer los niveles de riesgo asociados a la calidad de aire. De esta forma, la población en general, y en particular los grupos considerados como sensibles, podrían utilizar eficazmente la información brindada para tomar medidas protectoras. La regla está incumplida en San Luis Potosí.

Meses después recibimos la noticia del coronavirus; en medio de tanta incertidumbre, dedicamos un par de columnas para tratar de entender lo que estaba pasando, descubriendo que esa enfermedad y la calidad del aire tienen una íntima relación, citando el estudio del 5 de abril del 2020 de la Universidad de Harvard (consultable en https://projects.iq.harvard.edu/covid-pm) que indicó que los pacientes con COVID-19, viviendo en áreas de los Estados Unidos que tenían altos niveles de contaminación del aire antes de la pandemia, asumían más probabilidad de morir por la infección que los pacientes en áreas del país con aire más limpio. Además, un estudio acerca de la epidemia de SARS en China encontró que los pacientes de regiones con alta contaminación del aire tenían el doble de probabilidades de morir de SARS, en comparación con aquellas de regiones con mejor calidad del aire. Ojalá esto lo lean las titulares de SEGAM y la Secretaría de Salud, así como el Gobernador Carreras.

Adentrado en la contingencia, el 18 de abril del pasado año, al pasar 26 días desde que había iniciado la cuarentena, los potosinos nos encontrábamos refugiados en nuestros hogares causando una reducción significativa del movimiento urbano y gran parte de la industria estaba parada, sin embargo, los contaminantes seguían estando en la atmósfera de nuestra ciudad.

En ese periodo de cuarentena, con datos oficiales (altamente cuestionables), no obtuvimos una buena calidad del aire, por lo que pedíamos a la autoridad que investigara con seriedad qué ensuciaba la atmósfera, ya que estábamos ante una oportunidad única para descubrir lo que pasaba en la zona metropolitana. Pero la pereza ambiental de SEGAM evitó lograr algo.

Llegado agosto recordamos el Día Interamericano de la Calidad del Aire (DIAIRE) que se celebra cada segundo viernes de ese mes, pero ¿por qué era importante recordarlo? En México cada año existen 17 mil muertes prematuras por enfermedades derivadas de respirar aire sucio; muchas personas están hospitalizadas por padecimientos relacionados con enfermedades en las vías respiratorias como asma, Infección Respiratoria Aguda (IRA), Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), entre otras ocasionadas por la mala calidad del aire. Y con la pandemia, la situación se torna delicada.

Y bueno, habitualmente hemos preguntado ¿Cuál es la calidad del aire que estamos respirando los potosinos?

Recordemos que las PM2.5 son partículas muy pequeñas en el aire que tienen un diámetro de 2.5 micrómetros, es decir menor que el grosor de un cabello humano. La materia particulada es una mezcla que puede incluir sustancias químicas orgánicas, polvo, hollín y metales. Estas partículas pueden provenir de ladrilleras, automóviles, camiones, fábricas, quema de madera y otras actividades humanas contaminantes. Son realmente nocivas ya que los efectos que causan en la salud originan problemas respiratorios, cardiovasculares, entre otros. En el caso de las PM2.5, su tamaño hace que sean 100% respirables, por eso es tan importante tener dichas partículas investigadas y monitoreadas.

Así ante las omisiones gubernamentales, se inició el juicio de amparo expediente 793/2019 del Juzgado Primero de Distrito de San Luis Potosí, mismo que fue resuelto en definitiva el pasado 8 de octubre de 2020, de donde se desprende ya no solo la obligación de la SEGAM de monitorear estas partículas, sino también se ordenó que el Gobernador del Estado y la Secretaría de Salud tengan una participación activa en dicho conflicto ambiental. Por primera vez, se obligó a los Servicios de Salud del Estado (aunque manifestaron su oposición) a vigilar, difundir, implementar y promover la aplicación de la norma oficial mexicana NOM-025-SSA1-2014, referente a la Salud Ambiental. ¿Cree que han cumplido? Pues no.

Retomar ahora este contexto tiene como finalidad crear eco-ciencia y reafirmar: Si un ciudadano no cuenta con un buen aire, su vida se ve afectada en muchos aspectos, si no respiramos aire limpio nuestra salud se afecta, si nuestra salud se deteriora, nuestra economía se ve golpeada. ¿Se da cuenta? El respirar un aire de baja calidad, contaminado, afecta nuestra vida mucho más de lo que nos imaginamos.

Y ¿cómo vamos? Nuestro último reporte arroja, con datos oficiales, que el 28 de diciembre del 2020 era MALA. El 29 de diciembre, la página de SEGAM presentaba fallas técnicas y al restablecerla a las 13:13 hrs, la calidad del aire era MALA. El 4 de enero, 9:58 am, se reportó BUENA calidad del aire, pero a nuestros ojos la realidad era otra, pues las fotos publicadas en redes sociales, la población anunciaba “una clara nata oscura sobre toda la zona metropolitana”. El 6 de enero a las 11:34 am tuvimos MUY MALA. El Domingo 10 de enero a las 12 del día nos encontrábamos en “alerta máxima” pues el reporte fue EXTREMADAMENTE MALA. El martes 12 de enero, 5:28 pm, MALA. Miércoles 13 de enero, 21:56 pm, MALA. Jueves 14 de enero, 10:03 am y 3:03 pm, MALA. Viernes 15 de enero, 12:51 pm, MUY MALA. Continuará…..

Delírium trémens.- Entendamos que el Gobierno Federal no es amigo del medioambiente; hace 603 días del anuncio de la creación del ANP de la SSM y nada. El reciente comunicado de SEMARNAT es una burla. En SLP tenemos ejemplos del desprecio de la 4T por el entorno, pero uno muy significativo es la Sierra de Álvarez; ojalá la titular de esa dependencia utilizara el mismo criterio y lenguaje para protegerla, en cambio solo observamos, por su culpa directa, que la devastan día a día. No hallo un genuino interés de protección, más bien encontramos intereses gubernamentales, políticos, económicos, sociales, comunales, privados, de ejercicio de poder, etc, para mantener el statu quo. Triste pero es cierto que los potosinos no sabemos ponernos de acuerdo para tratar los conflictos ambientales.

@luisglozano