Seguridad
La seguridad ciudadana es el gran problema público, que los tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal no han podido resolver. Es una situación compleja y determinada por múltiples factores que van desde conflictos al interior de las familias; desempleo y precariedad laboral en las y los jóvenes; la alta rentabilidad de las actividades ilegales; la corrupción e ineficacia gubernamental. Es una problemática que requiere de acciones al interior de cada familia, empresarios y actores de gobierno.
Según la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana 2023, de INEGI; el 62.3 % de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad; manifestaron sentirse inseguros en: cajeros automáticos localizados en la vía pública; transporte público y en las calles que habitualmente usa. Consideran, que en el futuro, la situación de la delincuencia e inseguridad en su ciudad seguirá igual. Por otra parte, 23.6 % de la población refirió que la situación empeorará en los próximos 12 meses.
El 27 % de los encuestados manifestó que tuvo algún familiar directo que fue víctima de al menos un delito de robo total o parcial de vehículo, en casa habitación, asalto en calle o transporte público. Así mismo, manifestaron haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda, relacionadas con: consumo de alcohol en las calles, robos o asaltos, venta o consumo de drogas, vandalismo en las viviendas o negocios, disparos frecuentes con armas, bandas violentas o pandillerismo.
Cambiar la situación de inseguridad no solo es responsabilidad gubernamental. A la familia le corresponde resolver la violencia en la que viven de manera cotidiana; ya que esta es la principal causa del consumo de alcohol y drogas en las y los jóvenes. A los empresarios les corresponde incrementar los salarios; la precariedad laboral es que lleva al incremento de robos en la calle y casas habitación. El gobierno debe ser más eficaz en impartir justicia y mejorar las condiciones laborales de sus policías para evitar que caigan en actos de corrupción.
La sociedad está haciendo su parte. Según la encuesta de INEGI, el 47.7 % manifestó haber cambiado sus hábitos: como evitar llevar cosas de valor, joyas, dinero o tarjetas de crédito, por temor a sufrir algún delito; ya no permiten que sus hijos menores salgan solos de su vivienda; evitan caminar por los alrededores de su vivienda después de las ocho de la noche. Su gran pendiente es resolver los conflictos entre padres y de estos con sus hijos; se requiere, acudir a la ayuda de profesionales del comportamiento.
En conclusión: la seguridad ciudadana es un problema social complejo, que requiere una política pública integral y no solo acciones gubernamentales aisladas. La familia debe resolver sus conflictos internos; los empresarios incrementar los salarios y mejorar las condiciones laborales; el gobierno aplicar las leyes a quienes cometen actos delictivos y profesionalizar a sus cuerpos de policía. Los tiempos electorales que se avecinan harán visible este problema y será motivo de confrontación. Próxima colaboración: 20 de septiembre de 2023.
@jszslp