Tiempos violentos olvidados
“Porque hay olvidos que queman y hay memorias que engrandecen”.
Alfredo Zitarrosa.
Desde el año pasado quedó en el cajón de los olvidos, la inseguridad. En una suerte de sálvese quien pueda la mayoría de los mexicanos, pasmados por la pandemia modificaron su vida cotidiana enclaustrándose y existiendo virtualmente.
La muerte la ven venir a un año de la mayor mortandad del México moderno, en una forma invisible, amorfa, incolora. Para unos es un albur el contagio y se arriesgan a una vida “normal”, la lotería mexicana de “El Valiente” juega su carta. Sin embargo, la morbilidad y la mortandad dejaron en un plano menor a la delincuencia y la violencia, aunque esta ya era endémica en nosotros.
Le empezamos a temer a lo desconocido y cedimos a lo eminentemente conocido por nosotros, la violencia, que ya ha pasado a formar parte de las relaciones sociales, en contextos disímbolos, pero violentos al fin. Nos habíamos ya organizado y desorganizado tanto en lo público como en lo privado a administrar nuestra seguridad.
La costumbre a la violencia de la que veníamos, solo fue distraída por la muerte pandémica de conocidos, amigos y familiares. El miedo y temor a ser víctimas de un delito, era ya administrado y dosificado rutinariamente. En nuestra creencia colectiva creíamos y aún creemos que nuestra vida o patrimonio podían ser puestos en peligro en cualquier momento, aun así, sabíamos de la incapacidad del Estado para controlar la ola delictiva y de violencia y que corría por nuestra cuenta la autoprotección.
Pero bajamos la guardia, la pandemia nos hizo más victímales. Ignoramos en donde estamos parados, en “territorio comanche”, homicidios dolosos, feminicidios, robos con violencia, extorsiones, violaciones, desapariciones, fosas, dejaron de estar en nuestro vocabulario. ¿El covid mata? ¿Ya sabes quién se murió por covid? ¿Qué esta intubado nuestro amigo? ¿Qué no hay tanques ni oxigeno? ¿Qué está mal manejada la pandemia? ¿Oye, que hospitalizaron a Gatell?
Las violencias y delitos cometidos siguieron su camino e inercia normal, nadie se percato que ellas iban en un carril paralelo a la pandemia como si nada hubiera pasado o alterado su ritmo y pulso criminal. Todos los días morían y desparecían mexicanos, pero era “normal”, así es nuestro México, ahorita lo preocupante es el covid19.
Y como todo en México, “sucede cuando pasa”, es necesario algún evento criminal de impacto social alto, para que dejemos de olvidarnos de lo veredero preocupante, la delincuencia y la violencia, ésta no es pasajera como la pandemia, lleva años matando como costumbre.
TAPANCO: Dejemos de obviar nuestra violencia y asesinatos, la hemos negociado evadiéndola, dejamos de exigir seguridad y protección a nuestra autoridades, incluso algunos se han refugiado mejor en el manto protector del crimen organizado. La pandemia se ira paulatinamente, nuestra violencia e inseguridad permanecerá.
Francisco.soni@uaslp.mx
Twitter: @franciscosoni
