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Cumple años el "papá" de los mercados de SL

En un día como hoy, pero de 1945 Gonzalo N. Santos entregaba a la ciudad el Hidalgo

Por Martín Rodríguez

Mayo 05, 2025 03:00 a.m.

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Decenas de locatarios del Mercado Hidalgo han sabido sobrevivir a las crisis, a los sucesos fortuitos tales como explosiones y a las ingratitudes de la pandemia. Hoy, el mercado cumple su 80 aniversario.  

Testigos de la historia, comerciantes del mercado, cuentan cómo ha evolucionado y se ha convertido en el favorito de miles de personas que acuden a comprar sus artesanías de madera e hilos coloridos, que degustan la gastronomía de los locales de la planta alta, que van por sus flores, su fruta, sus dulces tradicionales elaborados con recetas centenarias y sus bebidas de fruta natural.

El olor a comida, a pescado y frutas, perfuman el ambiente saludable, alegre y jovial, desde que los vendedores dan los buenos días hasta que se van retirando. 

LA HISTORIA COMIENZA ASÍ

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La mañana del jueves 5 de mayo de 1945, el entonces gobernador Gonzalo N. Santos, entregó a los comerciantes el Mercado Hidalgo para el servicio a los potosinos. 

Desde el inicio de operaciones del mercado, el gobierno del Estado asignó responsables para el reparto de los locales comerciales y la zonificación de acuerdo a giros mercantiles. La idea era que cada uno de aquellos que vendían en lo que hoy es la Explanada Ponciano Arriaga, en condiciones precarias, tuvieran un local digno para desarrollar sus actividades comerciales y convertir el espacio en el mercado más emblemático de San Luis Potosí.

Se ha conseguido por sus tradiciones, por la hermandad entre comerciantes y el reconocimiento que entre ellos se hacen orgullosos de sí mismos para dar su lugar histórico al primer centro de abasto popular ordenado y duradero.

La cremería de María de Jesús Montante Salazar, inspirada en lácteos holandeses, cumple 80 años este lunes y la propietaria recuerda que sus papás Jesús Montante y Josefina Salazar se movieron literalmente de la calle al interior del mercado, para abrir un negocio al que en las ocho décadas, solo le ha variado la envoltura de algunos productos.

Explica que don Jesús Montante fue comisionado para la asignación de locales a todos los vendedores de lácteos y quienes por fin se encontraban bajo techo, en un lugar que pronto se ganaría la popularidad y los corazones de los potosinos.

Recuerda cuando se produjo un estallido en la Explanada Ponciano Arriaga, y causó daño a los vidrios de los locales comerciales y en algunas puertas. 

El 80 aniversario de su local, le recuerda a sus padres, cuya fotografía de pareja se encuentra desde hace décadas en el muro del fondo del local.

La señora Inés González, platica que su mamá, de nombre María Capetillo, llegó el mismo 5 de mayo de 1945, cuando don Gonzalo N. Santos entregó los lugares a los vendedores. Se trataba de un lugar más seguro y en condiciones de dignidad. Justo ese día, en la Segunda Guerra Mundial, el ejército alemán se rendía en el noroeste de Europa. 

Desde ese jueves y hasta el aniversario de este lunes, doña Inés ocupa el mismo lugar, desde el cual ofrece hortalizas diversas, cebollitas, lechugas, repollos, apios, chayote, calabacita, zanahoria, papa, cilantro, perejil, rabanitos, elotes y coliflores. 

Dice que todo viene de Mexquitic de Carmona, y poco a poco se fue arraigando con su clientela, hasta que finalmente se quedó. 

Su mamá y ella han atestiguado problemas y discusiones, comerciantes que no llegan a un acuerdo, malvivientes como una persona que tomó el cuchillo de un carnicero y se cortó el cuello, en 1997.

"Se han vivido cosas tristes, cosas bonitas y cosas alegres". Recuerda a Francisco Castillo, que era muy buena persona y tenía una hierbería, pero orientaba para que la gente se metiera a todos los comercios a hacer sus compras".

Afirma que todos o casi todos saben convivir y algunos fundaron sus negocios en 1946 y desde entonces han sabido transmitir de generación en generación el orgullo de ser comerciante.

LOS JÓVENES Y LOS VISITANTES DISTINGUIDOS

Juan Iván Flores Leija, responsable de un negocio de mariscos, y Mauricio Martínez, responsable de una taquería y antojería, consideran que además de ser un centro de abasto, el Mercado Hidalgo es un "templo de la frescura", porque en él están más disponibles las mercancías frescas que en una tienda de autoservicio.

Juan Iván Flores considera que hay confianza, higiene y seguridad, porque los comerciantes se actualizan a diario.

Juan Iván recuerda la visita de Carlos Hermosillo, jugador del equipo de fútbol profesional Cruz Azul, quien fue a comer en el negocio de su vecina que vende gorditas. También vio al vocalista de Café Tacuba y en su negocio se encontró a uno de los miembros de la Banda MS, además de Ana Bárbara y el sonidero de "La Changa".

Mencionó que también han recibido a diplomáticos de Japón y de otros países quienes suelen visitar el área de artesanías. 

Javier Vázquez Medina menciona que lo que ha cambiado son los vidrios y el piso, en el exterior todo permanece igual y lo único que se ha renovado son las generaciones de vendedores.

UN COMERCIO LEGENDARIO

El señor Pedro Torres Pérez menciona que sus bisabuelos traían leña y elotes que acudían a vender con sus burros en los terrenos aledaños a lo que hoy es el Mercado Hidalgo. Usaban el Mesón del Centro que ahora es el mercado y que fue por décadas una explanada.

Luego, la hija de su bisabuelo de nombre María Luisa Esparza, fue partícipe de la inauguración del Mercado de Fierro, a manos del General Porfirio Díaz. Éste fue sustituido y el actual mercado fue inaugurado por comerciantes entre quienes estaban sus padres. Pedro Torres, cuenta con carrera trunca en la Facultad de Medicina y vende dulces tradicionales, tal y como lo hacía su madre desde 1945. Él laboraba en el Centro de Abastos vendiendo fruta.

 y llegó a trabajar al mercado Hidalgo en 1983 por petición de su padre Pedro Torres Hernández.

Su padre traía de Veracruz fruta para vender, por lo general mango de manila, y su mamá Cayetana Pérez Esparza ejercía el comercio con su abuela, la que vendía leña y elotes, primero en la calle y luego en el mercado de fierro.

"Este mercado sí está bien hecho, es el papá de los mercados, porque fue el primero que hicieron y de aquí surgió el Tangamanga, después construyeron otros y a todos los ambulantes que estaban allá afuera les hicieron su mercado, que en este caso es el República, pero el mejor es el Hidalgo", concluye con orgullo.