Video | El artesano de los trenes

Don Raúl Gutiérrez Rocha laboró 23 años como trabajador de Ferrocarriles Nacionales de México mantiene presente su pasado, y como si se tratara de un niño que se divierte jugando en el patio de su casa, se dedica a la elaboración de trenes de madera, para los que usa tuercas, corcholatas y otros materiales reciclados.

Ubicado en la calle de Pedro Montoya 770, en el barrio de Santiago, se localiza el taller que ha puesto en las manos de aficionados alrededor de 500 locomotoras, todas de diferente modelos o acorde con las características solicitadas por los compradores.

El lugar tiene una auténtica atmósfera ferroviaria, predominan ferrocarriles de todos los tamaños, colores y modelos, también pinturas de ellos y la representativa advertencia en los cruceros de "Cuidado con el tren".

Al día puede lograr armar dos piezas, lo que requiere diseñar, cortar y pegar, pero un trabajo completo puede extenderse hasta por tres días, en la actualidad se encuentra en proceso de elaborar un pedido de 100 locomotoras pequeñas.

Una noticia enmarcada en la pared, donde se anuncia la celebración de los 100 años del ferrocarril en San Luis Potosí, le permite comentar que nunca llevó un curso de carpintería, ni mucho menos, sino que simplemente aprendió observando a su padre, quien fue carpintero y ferrocarrilero.

"Yo observaba. Mi papá nos hacía los trompos, juguetes pequeños en encino y baleros. Entonces yo con puro observar se me iba la mente a trabajar, mi momento más importante fue cuando llevé a mis hijos y mi esposa en ferrocarril a México, Aguascalientes, a Rioverde y Chiapas, cuando fueron los 100 años de ferrocarriles, los metí adentro de la locomotora y se acuerden mis hijos", recuerda en entrevista con Pulso.

El surgimiento de la estación 

El Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló que en el 2023 nacieron 1.7 millones de establecimientos y murieron 1.4 millones en el país, entre mayo 2019 y mayo del año pasado.

Una de las microempresas fallecidas fue el bar que administraba don Raúl, viéndose orillado a cerrar la cortina en octubre del 2019, pero que para su buena fortuna representó la oportunidad de emprender a sus 76 años de edad.

El también pintor se cuestionó de qué manera generaría ingresos, si ya no podría preparar un martini o un vampiro, y fue así que los recuerdos de haber laborado entre aceite, vías, carbón y vagones lo llevaron a convertirse en el maquinista de madera.

Lo que hace unos años servía como barra para degustar los mejores preparados, actualmente es la plataforma de armado de las creaciones a base de material reciclado que puede ser desde una bocina, un ventilador o una botella de whisky.

Desde hace casi cinco años sus manos han fabricado artesanías para quienes logran identificar su local, que al exterior muestra varios ejemplares, el auge de sus creaciones surgió hace unas semanas, cuando una joven posteó su historia en redes sociales, publicación que catapultó su trabajo a nivel estatal y nacional.

"Tengo llamadas de teléfono, tengo mucho trabajo, ayer vino una señora elegante y me dice: ´yo quiero una mediana´, ya me hablaron de Estados Unidos, ya me hablaron de Chihuahua, ya me hablaron de Ébano para una locomotora", comenta, mientras explica el procedimiento de elaboración.

Al igual que en cualquier tienda comercial, aquí hay atención al cliente para todos los gustos y precios, pueden encontrarse piezas desde 200 hasta mil 500 pesos o pedidos especiales, como la construcción de la Máquina Celeste del Cruz Azul, símbolo del eterno subcampeón en los torneos cortos del futbol mexicano.