El Poder de la Propiedad Intelectual: Impulsando la Creatividad e Innovación

Miriam Livier Llamas García, Coordinadora de Patentes,IPICYT.

¿Alguna vez te has preguntado por qué marcas famosas como Samsung y Apple se enfrentan en los tribunales con demandas millonarias? ¿O por qué ya no puedes usar canciones completas en tus videos de redes sociales? Esto se debe a los derechos de propiedad intelectual y su correcto uso. Pero, ¿qué es la propiedad intelectual?

Según el libro Del laboratorio al mercado de Álvaro Ossa Daruich, la propiedad intelectual es un conjunto de derechos legales otorgados por un estado que protege las creaciones intelectuales humanas, como inventos, obras literarias, científicas o artísticas, y se regula de acuerdo con la legislación de cada país.

En el caso de México, se clasifica en tres categorías principales: Derechos de Autor, Variedades Vegetales y Propiedad Industrial. Los Derechos de Autor están regulados por la Ley Federal de Derecho de Autor y administrados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor), que se encarga de protegerlos y fomentarlos. Esta ley protege obras originales que puedan divulgarse o reproducirse en cualquier medio, tales como obras literarias, musicales (con o sin letra), pictóricas, escultóricas, fotográficas, programas de cómputo y cinematográficas, entre otras. Una vez registrada, la protección de los derechos de autor se extiende durante la vida del creador y cien años adicionales tras su fallecimiento. Si la obra pertenece a varios coautores, el plazo se cuenta desde la muerte del último de ellos o desde la primera divulgación. Estos derechos pueden negociarse mediante licencias o cesión, o bien utilizarse para impedir usos no autorizados y cabe mencionar que estos derechos son heredables.

Un ejemplo notable es el caso del cantautor guatemalteco Ricardo Arjona, quien demandó a Toyota por modificar su canción “Jesús es verbo, no sustantivo” y usarla sin autorización en un comercial de la campaña Toyotathon 2014. La obra, registrada ante el Indautor como pieza musical, fue objeto de un litigio que en 2023 culminó con un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que ordenó a Toyota indemnizar al artista, de acuerdo a la información publicada en diversos medios.

La otra categoría se centra en las Variedades Vegetales, regulada por la Ley Federal de Variedades Vegetales y administrada por el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), esta categoría protege a los obtentores de variedades vegetales otorgándoles derechos exclusivos. Estos derechos permiten el aprovechamiento y explotación, por sí o por terceros con su consentimiento, durante un periodo de dieciocho años para especies perennes y quince años para las especies no perennes. Un ejemplo de varidad vegetal es el reportado en 2019 por el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), quien obtuvo el título de obtentor para una de sus variedades de chile habanero (Capsicum chinense) Kisin. Esta variedad se caracteriza por tener un rendimiento de 3.67 kg por planta, que además por sus características, es preferido por la industria y para la exportación.

Por último, la Propiedad Industrial está regulada por la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial y administrada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). Esta categoría incluye figuras como patentes (invenciones con novedad, actividad inventiva y aplicación industrial), modelos de utilidad (mejoras a herramientas o procesos existentes), diseños industriales (dibujos y modelos industriales), marcas, avisos comerciales, nombres comerciales y denominaciones de origen.

El IMPI se basa en tres principios: exclusividad, que garantiza al titular el derecho exclusivo de explotación comercial; territorialidad, que requiere registrar las protecciones en cada país; y temporalidad, que establece límites en los plazos de protección: 20 años para patentes, 15 años para modelos de utilidad, 5 años (renovables hasta 25) para diseños industriales, y 10 años (renovables indefinidamente) para marcas.

Estos activos forman parte del portafolio intangible de las empresas, incrementando su valor. Por ejemplo, Coca-Cola, con un valor de marca superior a 35,000 millones de dólares según Brand Finance Food & Drink 2024, su marca lidera en el sector de las bebidas cómo la más valiosa y de reconocimiento mundial. La protección de los activos intangibles también proporcionan seguridad a las empresas y garantiza la exclusividad de sus innovaciones, evitando que terceros se beneficien injustamente del esfuerzo creativo y tecnológico de quienes las desarrollan. Tal es el caso de la disputa legal entre Apple y Samsung, dos gigantes en la fabricación de teléfonos inteligentes del mundo, que, de acuerdo a lo publicado por la BBC en 2018, libraron una guerra legal por patenes en Estados Unidos y que una corte federal de San José, California, ordenó a Samsung pagar US$539 millones a Apple, por copiar el diseño y funciones de iPhones y las tabletas iPads.

En México se han realizado esfuerzos para promover la protección de la propiedad intelectual, pero aún queda mucho por hacer. Según el Índice Global de Innovación 2024 de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), México ocupa el lugar 56 entre las 133 economías incluídas, lejos de los países líderes en innovación. Suiza es la economía más innovadora, seguida de Suecia, los Estados Unidos, Singapur y el Reino Unido; entre las veinte economías de América Latina y el Caribe, México ocupa la tercer posición por detrás de Brasil y Chile. En cuanto a patentes, el panorama también refleja retos significativos. En 2023, el IMPI registró 20,127 solicitudes de invenciones, de las cuales 15,630 fueron de patentes, 3,908 de diseños industriales y 589 de modelos de utilidad y de estas soliticutes de patentes, aproximadamente el 90% provinieron de solicitudes de extranjeros, mientras que solo el 10% fueron realizadas por mexicanos, estás cifras está muy por debajo de los líderes en cuanto a registro de solicitudes de patentes, como China que lidera con 1.64 millones, seguida de Estados Unidos con 598,085 y Japón con 300,133. Esto evidencia la necesidad de fortalecer el desarrollo de innovaciones tecnológicas y científicas en el país para mejorar nuestra competitividad global.

En la Coordinación de Patentes del Departamento de Vinculación del IPICYT, apoyamos a los investigadores de las diferentes áreas en la búsqueda de estrategias de protección de propiedad intelectual para sus desarrollos. Actualmente, el IPICYT cuenta con un sólido portafolio de propiedad intelectual que incluye patentes otorgadas, tanto nacionales como extranjeras, además de marcas y registros de programas de cómputo y obras literarias.

Estos activos intangibles están diseñados para resolver problemáticas sociales en diversas áreas, como salud, biotecnología, química, electrónica, agricultura, automatización, entre otras. Por ejemplo, en el área de la salud, se han protegido desarrollos para la identificación de microorganismos patógenos, lo que permite diagnósticos más acertados y rápidos, así como moléculas con efecto cicatrizante que pueden ser empleadas en formulaciones farmacéuticas o cosméticas.

En el área agrícola, se han protegido formulaciones de microorganismos benéficos que incrementan el tamaño de cultivos de interés económico, minimizando el uso de fertilizantes químicos. En el ámbito de la química, se ha desarrollado un compatibilizante que facilita el reciclaje de plásticos al mejorar la compatibilidad entre polímeros mezclados, promoviendo soluciones sustentables en la industria. También destaca el desarrollo de un material de luz blanca que ofrece iluminación eficiente y duradera, ideal para pantallas, dispositivos electrónicos y tecnología energética.

Estos desarrollos protegidos forman parte del portafolio del instituto y son solo algunos ejemplos; contamos con muchos más listos para ser adoptados por la sociedad. Además, como centro público, tenemos el compromiso de ofrecer servicios de asesoramiento y registro en las diferentes figuras de propiedad intelectual.

Si tienes interés en registrar una obra artística, una invención o una marca, puedes ponerte en contacto con nosotros y convertirte en un actor del cambio en nuestro país, o tienes dudas sobre este tema escibele a la autora al siguiente correo: miriam.llamas@ipicyt.edu.mx 

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