logo pulso
PSL Logo

Gentrificación desplaza a catorceños del Real

Extranjeros compran casas y terrenos baratos para residir en el pueblo fantasma

Por El Universal

Junio 03, 2024 03:00 a.m.

A

En la última década el pueblo de Real de Catorce ha alcanzado una gran popularidad entre turistas locales, nacionales y también extranjeros, quienes quedan maravillados por su quietud, su cultura, la sierra desértica y lo pintoresco del pueblo que a las ocho de la noche se queda vacío. Estos mismos atributos han convertido a Real de Catorce en uno de los sitios favoritos para que cada vez más extranjeros decidan asentarse en el pueblo, cuya cabecera principal se ha convertido en una zona hotelera y de servicios turísticos, los habitantes poco a poco han dejado de habitar en esta zona y se han desplegado a las comunidades de los alrededores.

“La China”, una mujer de la tercera edad, vende artesanías en una de las antiguas casonas a unos pasos del jardín principal, ella relata cómo el pueblo se ha ido transformando y está lleno de contrastes, por una parte, la del municipio con grandes deficiencias en servicios de salud e, incluso, refiere que en la zona hay sólo un cajero automático y muy seguido se queda sin dinero; por otro lado, los sitios se han hecho cada vez más “de lujo” para recibir a “los gringos” y, subraya, “no hay negocio que no acepte dólares, porque ellos [extranjeros] son los que mejor pagan”.

Juana María Calderón, prestadora de servicios turísticos y trabajadora de la Casa de Moneda de Real de Catorce, en entrevista con EL UNIVERSAL compartió que en la década de los 70, cuando los estadounidenses comenzaron a realizar viajes al municipio, se le comenzó a llamar como “pueblo fantasma”, en ese entonces la mina era la principal actividad y no existía el turismo como el que se vive actualmente. Posteriormente, el estigma del pueblo fantasma atrajo a producciones cinematográficas, lo que se convirtió poco a poco en el boom para Real de Catorce.

“Poco a poco se empezó a correr la voz del pueblo fantasma, pero ya para el 98, cuando la mina dejó de trabajar, ahí fue cuando empezaron a llegar más extranjeros y también se activó el turismo, las casas se convirtieron en casas de huéspedes y empezaron a crecer los hotelitos”.

La mina, al dejar de operar, motivó a que catorceños comenzaran a vender terrenos y casas, los cuales eran muy baratos para los extranjeros y fue así como poco a poco comenzaron a asentarse en el municipio.

“Eran muy baratos, y luego ya ellos duraban en las casas de huéspedes y ellos mismos les conseguían una casa o terrenos y eso era mucha ayuda para la gente de aquí, hasta que se quedaran aquí por meses”.

El mismo turismo y las viviendas también se han modificado, aunque aún existen las viejas casonas, los hoteles cada vez buscan elevar su estatus, una habitación en los hoteles más exclusivos puede alcanzar hasta poco más de 5 mil pesos.

Las viviendas que han dejado de ser ocupadas por los catorceños también pueden ser identificadas a simple vista, “ellos ponen otro tipo de lujos, aunque tratan de hacerlas igual de pintorescas, se exagera en lo rústico y conjugan otros elementos que no son vistos aquí”; las jóvenes de comunidades cercanas encuentran trabajo sirviendo a parejas, familias y grupos de amigos estadounidenses y europeos que ya son parte de la población de Catorce.