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Vecinos de por lo menos tres fraccionamientos residenciales del surponiente de la ciudad, se presentaron en el Interapas para informarse del tamaño del proyecto de pavimentación del arroyo que proviene de la sierra, y que llega hasta las cercanías de la Plaza San Luis.
Los habitantes de la zona temen que reviente el colector por el estrecho desfogue de un paso de agua de 500 metros en gradiente hasta las proximidades de Plaza San Luis.
Ante ello, el Interapas se deslindó de cualquier permiso otorgado, puesto que la desviación del cauce y la pavimentación de un arroyo es asunto de jurisdicción estatal.
El organismo operador se deslindó de cualquier responsabilidad de la autorización, puesto que los constructores de al menos tres fraccionamientos en la zona debieron solicitar los permisos ante la autoridad estatal de aguas por tratarse de un arroyo alimentador.
Les informó que el trámite del permiso era necesario, porque los constructores están cambiando el trazo del arroyo y aparte desarrollan una actividad para encofrar el desagüe, y entonces se requiere obligadamente de un permiso de quienes resulten competentes para ello.
Los vecinos dijeron a la directiva del Interapas que tienen temores por la falta de rugosidad de la superficie de concreto sobre la que circulará el agua pluvial.
También explicaron que a diferencia de los escurrimientos naturales, ahora el agua llegará con fuerza a las colonias aguas abajo, con riesgo de inundarlas.
El organismo operador aclaró que la obra del colector pluvial no es de ellos, puesto que su única intervención en la zona es la construcción de un colector sanitario que permitirá captar las aguas de sitios tales como la calle Palmira, para depositar todo lo que recojan a lo largo de varios kilómetros hasta la Planta Tratadora de Aguas Residuales “Parque Tangamanga 1”.
