La burocracia afecta salud de una niña

Ante la falta de un especialista en reumatología pediátrica en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de San Luis Potosí, una familia tuvo que trasladarse a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, para conseguir la autorización para la dotación de un medicamento para una menor de seis años que fue diagnosticada con la enfermedad de miastenia grave. 

Sin embargo y para su sorpresa, allá tampoco hay y ahora deberán viajar a la Ciudad de México. 

Lo anterior es un ejemplo de lo que ocurre ante el déficit de médicos especialistas en el Seguro Social, y aunque el martes pasado, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador inició la Jornada Nacional de Reclutamiento y Contratación de Médicas y Médicos Especialistas, en la que se ofertarán 13 mil 795 plazas, sólo una de ellas es para reumatología pediátrica, en el estado de Aguascalientes. 

Isabel Campos Cedillo, relató que desde hace dos años su hija Frida fue diagnosticada en pleno inicio de la pandemia, desde entonces ha sido tratada con varios medicamentos, uno de ellos la Prednisona, sin embargo, le ha provocado problemas de crecimiento, por ello se buscó otra opción para el tratamiento de la enfermedad, y se encontró con el Rituximab, que tiene un costo comercial aproximado de 19 mil 500 pesos. 

Para la dotación de dicho medicamento se requiere la autorización y vigilancia de un especialista en reumatología pediátrica, sin embargo, no existe esa plaza en la entidad potosina, por lo cual la paciente fue enviada a la ciudad de Monterrey, en donde fue atendida en el Hospital 25, en donde el pediatra que la atiende, a pesar de contar con la especialización médica requerida, no cuenta con la plaza por parte del IMSS. 

Por ello negó la dotación con el argumento de que, al no contar con la plaza de reumatología pediátrica, no puede autorizar ya que se necesita supervisión especializada: “tanto por las implicaciones de su indicación, como por la vigilancia de efectos tanto adversos como esperados”. 

Es por ello que fue enviada nuevamente al Hospital General de Zona 1 de la capital potosina, en donde ahora requiere ser enviada al hospital Siglo XXI de la Ciudad de México para conseguir la autorización y que su hija Frida pueda continuar con el tratamiento, para Isabel Campos se trata de un sistema sumamente burocrático que atenta contra la vida no solo de su hija, sino de varios niños y niñas que requieren atención especializada.