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Nueve de cada diez empresas sufre corrupción

Los negocios pequeños son los más afectados por esa práctica, acusa la OCDE

Por Martín Rodríguez

Agosto 25, 2023 03:00 a.m.

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Noventa y nueve de cada cien empresas que hacen trámites en este país son pequeñas y son víctimas de la corrupción en diversas instancias de gobierno, lo que provoca un alto porcentaje de cierre prematuro de los proyectos.

Por ello es necesario implementar políticas públicas eficientes para erradicar esta práctica, “de pedir moches”, exigió Manuel Gerardo Flores Romero, coordinador del Programa de Política Regulatoria de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) para América Latina.

Gerardo Flores reconoció que el fenómeno de la corrupción aqueja a todos los países de la OCDE sin excepción y es multifactorial, por lo tanto, se requieren estrategias para abordar desde el punto de vista de la mejora regulatoria, que tiene que ver con leyes y reglamentos, además de incluir trámites que tienen que cumplir, con un objetivo claro.

Dijo que es necesario identificar aquellas políticas públicas que han sido exitosas y las que no lo han sido, así como las razones y tratar de aprender de ello, para que luego los otros países aprendan de sus iguales.

Aseguró que un arma muy poderosa es aprender y recolectar evidencia que permita diseñar e implementar políticas públicas basadas en evidencias, es decir ayudar al ciudadano a tomar mejores decisiones con la mayor información posible de los trámites.

El funcionario de la OCDE aseguró que uno de los principales problemas de corrupción es en los permisos de construcción, que es probablemente el trámite que más impacto tiene en la economía y deben tener como objetivo que las obras sean seguras para los habitantes.

“Este proceso en donde por razones diversas los trámites son complejos, son oscuros, son complicados y hay muchas iteraciones con seguidores públicos, y ahí es donde se crea la oportunidad para la corrupción”, explicó.

Agregó que esa es la corrupción que vive el ciudadano, así como el pequeño y el gran empresario, cuando se les piden un requisito que es imposible cumplir, entonces o pagan “el moche” o abandonan los trámites y cancelan el negocio.