Totalmente saturada, la Casa del Migrante

Ana Paula Vázquez

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El aumento en el flujo de migrantes, en su mayoría personas que huyen de la violencia, la persecución, la pobreza extrema y el cambio climático, ha llevado a una saturación de las instalaciones destinadas a albergar y procesar a los recién llegados, como lo es la función de la Casa del Migrante en San Luis Potosí. 

Estas condiciones precarias pueden tener consecuencias graves para la salud y el bienestar de los migrantes, además de ejercer una presión abrumadora sobre los recursos disponibles en este tipo de instancias altruistas.

La situación del sobrecupo que se tiene en la Casa del Migrante cada vez empeora pues se puede ver alrededor de 50 personas, incluyendo mujeres, hombres, niños y familias completas tendidos afuera del domicilio invadiendo las banquetas y el paso de la vía pública.

Es importante mencionar que la casa puede alojar hasta 160 personas en sus camas, pero se han visto en la necesidad de improvisar camastros en la cancha y los pasillos del albergue. 

Esto se debe a su compromiso de acoger al mayor número de personas posible, asegurándose de que nadie quede sin atención durante su estancia en la capital potosina durante los días en los que estuvieran de paso.