Video | Con gritos y mal modo “organizan” consultas en el IMSS

“Si no se va a enlistar, ¡váyase de aquí...!”. “¡Aquí no le toca, regrese de donde vino!”. “¿Estoy gritando? ¡Esto es gritar!”, son tan sólo unas frases que en tono altanero pronuncia un trabajador del Instituto Mexicano del Seguro Social, en el acceso principal al Hospital General de Zona número 2, cuando pacientes que tienen días o meses pidiendo cita, son recibidos para registro.

Pacientes y sus familiares, que acuden al hospital donde también se ubican las oficinas de la delegación estatal, sobre la calle de Cuauhtémoc, refieren que el maltrato aunado a la falta de medicamentos e insumos, es un asunto de todos los días.

Octavio González, trabajador jubilado de la Comisión Federal de Electricidad denunció que el personal trata de manera déspota a los derechohabientes.

En entrevista telefónica, dijo que desde la pandemia de Covid 19, el personal del IMSS fue renovado, situación que comenzó a causar casos de conflicto con las personas que acuden para surtir sus medicamentos o a sus citas médicas. Detalló que el pasado 22 de diciembre en la delegación del IMSS, el personal de seguridad expulsó de las instalaciones y las mandó afuera, donde sufrieron las inclemencias del clima por varias horas.

De igual forma señaló que esta situación se ha prolongado con el tiempo, y acusó al personal de prepotencia y actitud incivil, además de que dificulta en gran medida los trámites y actividades que las personas tienen que realizar en consecuencia. Dijo que reportó el problema a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, a lo que no ha tenido respuesta.

Para ayer martes, las filas de pacientes habían disminuido y los pacientes se encontraron en la recepción con un hombre que los apuntaba, pero agredía en forma verbal a todo aquel 

que pudo.

Algunos pacientes que llegaban con él eran referidos a una fecha hasta mañana, tan sólo para que les den ficha de ingreso y luego la cita con un especialista.

Alrededor del empleado que registraba y alzaba la voz, otros dos trabajadores solo contemplaban y caminaban, mientras un vigilante controlaba el acceso.

“Vaya y pida ficha para mañana con un especialista... ¿Yo cómo le ayudo? Vaya y déjeme trabajar”, reclamaba a un paciente confundido. Luego, el empleado se quejaba. “¡A ver... Estoy tratando de ordenar esto porque es un desorden...! Venga hasta mañana porque en la tarde no puede... No hay una coordinación y por eso hasta mañana”, dijo a un paciente.