VIDEO | Ladrilleras: una industria clandestina

Sea al amanecer, atardecer o anochecer, el aire se respira diferente en Barrio Vergel, Los Magueyes, Pedroza, Tercera Chica y demás colonias o fraccionamientos del norte de la capital. 

Es simple: en lugar de inhalar con tranquilidad al salir de casa, los habitantes del sector mejor optan por cubrirse la boca para evitar el olor a humo negro emanado de las ladrilleras distribuidas en las inmediaciones de sus hogares y cuyos componentes pueden provocar cáncer a largo plazo. 

En la avenida Adolfo López Mateos casi llegando a prolongación Moctezuma, y en prolongación Moctezuma, próxima al Camino a Peñasco, se ubican al menos cinco ladrilleras, donde llantas de automóviles, pedacería de televisores análogos, botellas y recipientes de plástico son el combustible ideal para que la llama del horno arda al rojo vivo.

Aunque desde las partes altas de la urbe colonos advierten el desarrollo de algún incendio por lo profuso del humo, de este lado todo transcurre con calma y normalidad, pues sólo se trata de una quema de los hornos donde se cuece la pasta arcillosa.

Instituciones de papel

Aunque dentro de la visión de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam), se encuentra el "prevenir y controlar la contaminación del aire", en la realidad es todo lo contrario, porque ni siquiera puede responder con precisión, argumentos y fundamentos a una solicitud de información.

Mediante la solicitud con folio 240470423000089 se le plantearon cuatro interrogantes: ¿Por qué operan las ladrilleras en colonias del norte de la capital potosina?; ¿En qué horario pueden funcionar las ladrilleras?; ¿Qué impuestos pagan las ladrilleras?; y ¿Cuántas ladrilleras existen en la capital potosina?

Como respuesta, la dependencia refirió que realizó una "búsqueda exhaustiva" en los archivos que obran en la institución y en relación a los puntos 1, 2, 3 y 4 de la petición, "no se encontraron documentos por lo cual la respuesta es igual a 0".

La contestación llama la atención, al menos en la última pregunta, dado que, en agosto de 2023, Jesús Emmanuel Ramos Hernández, titular de la Segam, informó que hasta esa fecha existían más de 200 sitios dedicados a esa actividad en la capital y Soledad de Graciano Sánchez.

Se presentaron las mismas preguntas al Ayuntamiento capitalino, que en síntesis, concluyó que corresponde a una actividad "clandestina" por no contar con los permisos correspondientes. Además, carece de facultades para regularlas y emitir permisos para su operatividad.

En la solicitud con folio 240474423001275, Jorge García Medina, director de Comercio, precisó que se les considera una actividad clandestina, ya que no cumplen con la normativa estatal ni municipal al utilizar residuos sólidos urbanos para la combustión lo que resulta "altamente contaminante".

"Es por ello, que en tanto no se regularice su proceso de fabricación por las autoridades competentes, no tenemos injerencia alguna en el asunto del que se trata la solicitud de información que nos ocupa", subrayó.

A su vez, mediante el oficio TM/DI/1122/2023 signado por Luis Manuel Martínez Camacho, director de Ingresos, precisó que luego de una búsqueda dentro del Sistema de Recaudación no se tiene registro alguno por motivo del giro comercial de ladrilleras.

"Se otorga respuesta en el sentido de informar que esta municipalidad no es competente en el tema de regulación y emisión de permisos para personas o empresas que elaboren ladrillos máxime que la actividad denominada ´ladrilleras´ resulta ser catalogada como actividad clandestina, por no contar con los permisos correspondientes, lo cual queda corroborado por el área de Ingresos, que ha manifestado que no existe registro alguno por dicha actividad económica", remató.

Todo ello lo sustenta en los numerales 9 y 25 del Reglamento de la Ley Ambiental del Estado de San Luis Potosí en Materia de Prevención y Control de la Contaminación atmosférica y el artículo 2 inciso b) del Reglamento para el Ejercicio de las actividades Comerciales, Industriales y de Prestación de Servicios.

¿Causa y efecto?

Aunque los Servicios de Salud de San Luis Potosí no confirman un vínculo directo, en los hechos el incremento de enfermedades respiratorias en los Centros de Salud de Las Terceras y Los Magueyes, precisamente ubicados en el principal sector donde operan los ladrilleros, dejan en la mesa la siguiente pregunta: ¿los residentes de ahí se enferman más por las continuas emisiones tóxicas? 

En el Centro de Salud de Las Terceras, ubicado en la prolongación Moctezuma, de 2021 a 2022 se reportó un incremento exponencial de 599% en dichos padecimientos, de acuerdo con datos divulgados en la solicitud de información con folio 241230323000306.

En 2021 atendió a 91 pacientes, de ellos 79 correspondieron a infecciones respiratorias agudas (IRA), dos por neumonías y bronconeumonías, siete por otitis media aguda y tres por tuberculosis. Al año siguiente se produjo un crecimiento acelerado, dado que brindó servicio a 636 personas, 597 por infecciones respiratorias agudas (IRA), 20 por neumonías y bronconeumonías; 15 por otitis media aguda y cuatro por tuberculosis. Es decir, un alza de 599 por ciento, equivalente a 545 casos.

El complejo de Los Magueyes mostró un comportamiento similar, pues bajo la misma relación se reportó un aumento de 673 por ciento. En un año, la institución ubicada en la prolongación Josefa Ortiz de Domínguez recibió a 505 enfermos más, principalmente a causa de IRA.

Desde el horno

Desde hace dos años, en la zona ladrillera de la capital, ubicada en la Tercera Chica, existen registros de PM 2.5 o materia particulada por encima de los valores de referencia establecidos; presencia de plomo, arsénico, flúor, cadmio y otros metales en el suelo y, a nivel clínico, los productores presentan daño en pulmones y afectaciones significativas renales, incluso en niños.

Así lo advierte Francisco Javier Pérez Vázquez, investigador de la Coordinación para la Innovación y Aplicación de la Ciencia y la Tecnología (CIACyT) de la UASLP, quien desarrolla una investigación en dicho sector y aduce que tales elementos pueden provenir de las combustiones en la zona.

"Si me lo preguntas: ¿se puede deber a la contaminación de ladrilleras? Sí puede ser un factor debido a todo lo que encontramos. Además, en la población ya encontramos lo que encontramos en el ambiente", precisó.

El académico sostuvo que los ladrilleros reconocen el impacto contaminante que generan, es necesario que haya una participación activa de ellos como punto central, pero también del gobierno y de la academia para solucionar un problema que afecta a la poblacional en general, sobre todo a la que reside en los alrededores.

"Buscamos generar un esquema desde una perspectiva de investigación que se le llama acción participativa. A través de los grupos involucrados, que son los ladrilleros, brindar avances para hallar solución a su problemática", expuso.